Me
suena el móvil y es Carlos.
*conexión
telefónica*
Ana:
¿Si?
Carlos:
¿Cómo que si? Eres una maldita y no me cuentas nada.
Ana:
¿De qué? Estas loquis.
Carlos:
¡Tú sí que estas loquis! Esque ya me estas contando lo que ha pasado con Blas
–se ríe-.
Ana:
nada –me río-.
Carlos:
quedamos hoy, vamos a cenar y me cuentas
Ana:
vale ¿A qué hora?
Carlos:
a las 20:00h acabo el ensayo, ¿A las 20:45h te paso a buscar? ¿O más tarde?
Ana:
como quieras, lo que te vaya mejor.
Carlos:
a las 21:00hrs mejor ¿Vale loquis?
Ana:
vale jajaja
Carlos:
bueno, te dejo… de algo me enteraré esta tarde, que lo sepas.
Ana:
jajaja ya luego me dices que sabes y me ahorro partes.
Carlos:
sí, sí. Un besazo mi niña!!
Ana:
un besito, hasta la noche!
*fin
conexión telefónica*
Nos
quedamos un rato más ahí. ¿Cómo sabe Carlos esto? Si se supone que sólo lo
sabia Álvaro. Pero bueno, me da igual, es Carlos.
Pasan
las horas y nosotras nos hemos ido a dar una vuelta por ahí, pero ya estamos de
vuelta en casa y yo ya me he arreglado para ir a cenar con Carlos.
Pican
al telefonillo, lo cojo y es Carlos.
Ana:
-al telefonillo- ya bajo.
Carlos:
no tardes.
Ana:
-cuelgo el telefonillo- nenis me voy.
Marta:
vale amor.
Miriam:
yo me voy en nada también, he quedado con Álvaro.
Ana:
-la miro, Álvaro… aish, que pensará este muchacho- bueno, nos vemos luego.
Yo
me voy para abajo y ahí esta Carlos. Me dice que soy una tardona, bueno una
loquis tardona, él y su palabra loquis. Nos vamos a cenar a la Gran Vía, un
restaurante Italiano creo, pero comemos pizza.
Carlos:
¿Bueno qué? ¿Qué pasa con Blas? –le pega un bocado a la pizza-.
Ana:
¿No te has enterado de nada?
Carlos:
que va, no ha soltado nada.
Ana:
¿Por?
Carlos:
decía que teníais que estar los dos, si eso.
Ana:
seguro que Álvaro lo sabe.
Carlos:
¿¡Pero el qué!?
Ana:
que ayer me pidió que hiciéramos lo nuestro formal…
Carlos:
¿Sí?
Ana:
sí –le enseño el anillo- y me regalo esto.
Carlos:
ay mi niña, que estas con Blasito.
Ana:
sí –me río, vaya formas de hablar tiene-.
Carlos:
no ha soltado palabra ¿Eh?
Ana:
me lo imagino…
Carlos:
no eliges mal, de verdad –sonríe- él cuando no estuviste aquí lo paso de mal…
bueno yo también lo pase mal sabes pero yo hablaba contigo, pero a él… nunca lo
había visto así, de verdad.
Ana:
-me pongo un poco tristona, pobrecito joder. Como debió sentirse él… nunca le
he preguntado-.
Carlos:
él a veces me preguntaba indirectamente por ti.
Ana:
¿Cómo indirectamente?
Carlos:
me decía “¿Y qué sabes de Barcelona?” refiriéndose a ti. Sólo quería saber si
estabas bien. Yo siempre le decía que estabas bien, que no se preocupara. Había
noches que me abría a las 3 de la madrugada por whatsapp, no podía dormir. O a
veces incluso me llamaba, llorando.
Ana:
¿llorando? ¿y qué te decía?
Carlo:
textualmente “¿Por qué lo hice Carlos? ¿Cómo esta?” siempre me decía lo mismo.
Aunque el que más sabe del tema es Álvaro, yo sé muchas cosas porque era el
único que hablaba contigo y el que sabia como estabas.
Ana:
nunca he hablado con él de esto. Nunca hemos hablado seriamente de lo que
pasamos los dos…
Carlos:
yo creo que deberíais sentaros y hablarlo. Y descubrir que, seguramente, os
queréis más de lo que os imagináis.
Ana:
¿Más? ¿Querer más a Blas? ¿Es posible?
Carlos:
-se ríe- sí. Créeme que sí.
Ana:
tengo que hablarlo, sí…
Carlos:
-sonríe- ¿Quieres postre?
Ana:
no, no tengo más hambre. Tío mira que pedazo de pizza.
Carlos:
¿Esto? Esto es poquísimo.
Ana:
¿Qué?
Carlos:
sí jaja yo quiero un gofre.
Ana:
¿Un grofe ahora Carlos? Bueno yo también, va.
Carlos:
-se ríe- es tentador. Chocolateeeee.
Ana:
cuando seáis famosos anuncia por todos sitios que te gusta el chocolate y así
tendrás chocolate gratis por parte de tus fans.
Carlos:
-se pone serio- tengo que ser famoso ya.
Ana:
-me empiezo a reír- jajajajajaja ay Carlos, tu cara.
Carlos:
no en serio, tiene que ser la hostia ¿Te imaginas? 30 tabletas de chocolate.
Ana:
jajaja sí, alguna fan bañada en chocolate “cómeme”.
Carlos:
jajajajajajaja –se para de reír y se pone serio- ¿Y si lo envenenan?
Ana:
anda ya, si son tus fans te quieren tonto.
Carlos:
cierto. Que loquis estoy jaja.
Ana:
oye ¿Lo de la casa rural?
Carlos:
ah sí, mira. Como yo suponía que tú ibas a dormir con Blas, soy así de listo, y
Marta con David pues cogí una que tenia 6 habitaciones, esta en el sur justo al
lado de una cala, es preciosa.
Ana:
que listo eres, ay. ¿Cuánto por persona?
Carlos:
150€ si es caro se puede cambiar
Ana:
ah no, a mi me parece bien teniendo lo que tiene. Enséñame fotos ¿no?
Carlos:
¡Ah, claro!
Carlos
se pone a enseñarme fotos mientras nos comemos el gofre. ¿Cómo ha conseguido
esto por 150€ “sólo”? maldito Carlos… lo que no consiga él.
(…)
Quedan
2 días para irnos a la casa rural y hemos quedado en casa de David para hacer
la lista de la compra y eso. Con Blas todo va genial. Cuando llegamos subimos
arriba y ahí estaban los chicos. Los saludamos
y nos ponemos a hacer la lista de la compra.
Carlos:
¡CHOCOLATE! Álvaro como no pongas
chocolate te corto la mano.
Álvaro:
¿Pero cuanto chocolate quieres tú?
Carlos:
¡Mucho!
Ana:
jajajaja loquis del chocolate.
Carlos:
jajajajaja que tonti.
Ana:
como tú.
Carlos:
-mira si Álvaro a apuntado chocolate en la lista- bien hecho hermano.
Álvaro:
-lo mira- no sé si preocuparme por tu tontura o dejarlo correr.
Carlos:
déjalo correr. Es la mejor opción.
Blas:
apunta aceite, que como vamos a cocinar sin aceite.
Dani:
y tomate.
Todos
miramos a Dani.
Dani:
¿Qué? ¿Qué es un bocadillo sin tomate? Es como comer pan con pan. Comida de
tontos.
David:
tú comida.
Dani:
eh, respeto.
Total
que hacemos la lista y después vamos a comprar Carlos, Blas Álvaro y yo. Imaginaros
la estampa. Carlos cogiendo cosas con chocolate a mansalva, Blas partiéndose el
culo conmigo y Álvaro diciéndole cada dos por tres a Carlos “Pero Carlos, eso
no tío”. Blas me abraza muchísimas veces durante la compra. Le amo.
(…)
Llega
la hora de irnos para el sur. Ya tenemos los coches cargados y todo listo. Con
Dani van David, Marta y Miriam. Con Álvaro vamos Carlos de copiloto y Blas y yo
sentados atrás.
En
el camino paramos varias veces, nos hemos perdido 2 veces y salido por salidas
que no eran como 5 veces y cuando nos queda 1h para llegar (más o menos según
Carlos) la policía para a Dani.
Álvaro:
¿En serio? Esto es una broma… -se para un poco más para adelante del coche de
Dani y el de la guardia civil-.
Blas:
yo me bajo, no aguanto más aquí. Que agobio. ¿bajas? –me mira-.
Ana:
sí, sí. Porfavor.
Bajamos
del coche y yo me estiro. Nada, viene Carlos y se pone a mi lado mirando a
Dani.
Carlos:
mira que es gilipollas –dice negando con la cabeza-.
Ana:
¡Ala! jaja es especial
Blas:
es tonto –me abraza por la espalda-.
Álvaro:
es idiota.
Ana:
ala tío, que lastima.
Álvaro:
estoy hasta el espermatozoide más escondido de conducir, eh.
Blas:
¿Conduzco yo?
Álvaro:
sí tío, porfavor.
Ana:
voy a ver que ha pasado.
Blas
y yo nos acercamos a ver que ha pasado, yo me acerco a Miriam Marta y David que
están apoyados en el coche.
Ana:
¿Qué pasa?
David:
realmente nada. Sólo lo han parado.
Blas:
¿Así porque sí?
David:
sí…
Ana:
joder… que cansancio de coche.
Miriam:
¿Cómo va Álvaro?
Blas:
harto ya, ahora me pongo yo.
David:
Dani creo que va bien.
Viene
Dani.
Dani:
ale, seguimos chavales.
Blas:
¿Qué te han dicho?
Dani:
nada, me han pedido los papeles y ya esta.
Blas:
que toca huevos tío…
Ana:
mira que llegan a ser inútiles.
Dani:
vamos anda, que queda poco ¿no?
Blas:
según Carlos sí. Pero según Carlos…
Ana:
que sí, queda poco.
Volvemos
al coche, Blas conduce ahora y Carlos se sienta conmigo atrás y Álvaro de
copiloto. Yo me quedo dormida y me despierto por Carlos.
Carlos:
¡Loooooquis! Hemos llegado.
Ana:
-despertandome poco a poco- Carlos, cuanto entusiasmo.
Blas:
-se desabrocha el cinturón y se gira para mirare, me sonríe-.
Ana:
- que sonrisa tan perfecta, que labios tan bien perfilados… Le sonrío-.
Álvaro:
pues como ha gritado poco Carlos cantando…
Ana:
¿Ah sí?
Álvaro:
sí hija sí.
Nos
bajamos del coche. En la puerta de la casa esta la dueña, una mujer de mediana
edad que nos explica toda la historia de su vida y yo creo que no me duermo por
respeto, porque entre que Blas me esta acariciando la espalda y la vida de esta
señora, vamos a ser sinceros, no me interesa… después de casi 30 minutos
hablando con ella se va y nos dice que volverá en 4 días a por las llaves. Que cualquier
cosa la llamemos. Nos dice donde hay hospitales cerca y como llegar al pueblo
más cercano, que esta a unos 30km, no muy lejos.
Entramos
a la casa. Pero… ¿Dónde estamos? ¿En Ibiza? Es una casa preciosa con unos
ventanales enormes que ocupan toda la pared y se ve toda la cala, que es
privada. Las paredes son blancas y los muebles negros. Somos pobres y parecemos
ricos… la señora tuvo que bajar el precio de la casa muchísimo para poder
alquilarla y fue cuando justo Carlos la encontró.
Álvaro:
¿Carlos esto sólo ha costado 150€?
Carlos:
sí ¿A qué mola?
Ana:
esta super chula!
Carlos:
esque pofavor, estas hablando conmigo, eh. Carlos Perez Marco. Él mejor loquis
y persona busca casas del mundo.
Ana:
-lo miro- ya pasó, eh.
Blas:
por una vez en la vida te felicito amigo –se ríe-.
Carlos:
eh, menooooos.
Blas:
sí, sí. ¿Miramos como dormimos y todo eso? Para ir dejando las maletas y eso…
David:
sí, porque yo quiero ir YA a meterme a esa playa.
Dani:
y yo.
Miramos
las habitaciones que hay y Blas y yo nos quedamos la mejor. No ha sido fácil pero
bueno, Marta y David nos la han “concedido”.
Empezamos
a llevar las maletas a las habitaciones, y como están en la segunda planta
Marta, Miriam y yo nos quedaos en plan ¿En serio?
Viene
David.
David:
-coge la maleta de Marta- ya os las subo yo, anda –se ríe-.
Aparece
Blas.
Blas:
-coge mi maleta- ya te la subo yo amor.
Ana:
-sonrío, se lo agradezco- gracias.
Subo
detrás de Blas, y cuando llegamos arriba y Blas va a bajar a por la maleta de
Miriam nos damos cuenta que esta hablando con Álvaro.
Ana:
para –cojo a Blas del brazo para que no baje-.
Blas:
tengo que hablar contigo.
Ana:
¿Sobre qué?
Blas:
sobre esos dos.
Ana:
¿Qué pasa?
Blas:
ven, vamos para la habitación.
Blas
y yo vamos a la habitación. Cuando entro me quedo en frente del ventanal mirando
la línea interminable del mar. ¿Cómo llegué a ser tan infeliz y estas personas están
consiguiendo que sea la más feliz del mundo? Son mi mejor regalo, todos.
Blas:
-me abraza por la espalda- ¿Qué piensas?
Ana:
…..
Holiiii! Espero que os guste el capítulo y que me lo comentéis por Twitter, Ask... Ya sabéis, lo de siempre jaja. Un besazooooooo enorme para los que me leéis!♥
No hay comentarios:
Publicar un comentario