miércoles, 30 de octubre de 2013

Capitulo 7.

Blas: por eso no lo he dicho. Mira, desde que te vi entrar a la terraza del piso de Magí no sé que me pasó, no lo sé pero no he parado de tenerte en mi mente ni un segundo, ni uno.
Ana: Blas, basta, porfavor.
Blas: ¿Por qué? ¿Qué te lo impide Ana? Tu pasado con el amor fue malo, pero no tiene porque serlo en el futuro.
Ana: porque no confío ni en mi sombra, desde la primera hostia que me dio aquel tío no he vuelto a confiar en nadie, NADIE. Y tú no vas a ser más que nadie, tú no vas a llegar aquí y me vas a cambiar todo, no vas a romper esquemas. No, no voy a permitir que mi corazón te quiera más, porque en 6 días estaré cogiendo un AVE que me llevará a Barcelona y no te volveré a ver hasta ¿Cuándo? ¿Verano? No soy rica, no puedo venir cada fin de semana, y aunque mi corazón diga que me lance al vacío por ti, mi cabeza me dice que no, ya está.
Blas: ¿Me quieres?
Ana: -suspiro y miro a otro lado- Blas, porfavor.
Blas: duelen tus palabras. Duelen, Ana. Si de verdad quieres a una persona estas dispuesto a saltar la distancia y hacer de todo. Yo te quiero y estoy dispuesto a tener esos 620 km de por medio, me da igual, pero sabiendo que cada día podré hablar contigo y que te voy a volver a ver, me da igual.
Ana: … sí.
Blas: ¿Sí, qué?
Ana: que sí te quiero. Pero ya esta no va a haber nada mas que el sentimiento. No me vas a ver la maldita cara en tu vida después de 6 días Blas.
Blas: La distancia te voy a demostrar que no existe si dos personas se quieren.
Ana: no estoy dispuesta a dejar mis sentimientos al vacío otra vez ¿Cómo te creo? ¿Cómo se que dices la verdad? que cuando yo este en Barcelona tú no encontrarás a otra aquí y veas que la distancia sí es un obstáculo.
Blas: no creo que eso pase, y en el caso de que pase, muy poco probable re repito, iría yo a Barcelona a hablar contigo. Yo no te voy a hacer daño, Ana. Créeme.
Ana: Blas lo siento, no puedo creer en palabras. Lo siento –me cae una lagrima-.
Blas: hey, hey… -me abraza- no llores. Ante todo no llores, no vale la pena.
Ana: -me separo a pesar de querer seguir estar ahí abrazada a él-.
Blas: Ana…
Ana: Blas es mejor que olvidemos esto.
Blas: no. No lo vamos a olvidar, o al menos yo. Sé lo que siento por ti y te voy a demostrar que la distancia la puedes echar a un lado, te lo voy a demostrar cueste lo que me cueste.
Ana: una amiga para lo que quieras.
Blas: 620km no son nada.
Ana: quizá no.
Blas: ¿Pues?
Ana: quizá lo que sí sea, sean mis sentimientos heridos que hay aquí –me toco el corazón- y nadie los a reparado. Quizá sea cada hostia que me dio aquel tío, cada palabra humillante, cada marca de mi cuerpo por culpa de ese hijo de puta. Quizá no sean los 620km ni seas tú. Quizá soy yo.
Blas: pero esque no te voy a poner una mano encima en la vida, Ana. Nunca.
Ana: lo sé.
Blas: ¿Has visto Peter Pan?
Ana: sí. ¿A dónde quieres llegar con esto?
Blas: ¿Sabes la diferencia que hay entre Campanilla y Wendy?
Ana: …¿Sí?
Blas: él quiere a Wendy pero por no aceptar sus grandes miedos se queda con Campanilla que le cuidará siempre en el país de nunca jamás.
Ana: sí, y qué?
Blas: elige que quieres ser, si mi Wendy y no verme más o mi Campanilla.
Ana: pero Peter no quiere a Campanilla.
Blas: en mi cuento sí.
Ana: -suelto una pequeña risa- me voy a casa.
Blas: vuelve conmigo, con los chicho al ensayo…
Ana: no. Supongo que no nos veremos hasta pasado mañana porque mañana es  noche vieja y bueno… que lo pases bien -sonrío-.
Blas: ¿No vas a venir?
Ana: ¿A dónde?
Blas: de fiesta después de las campanadas, Ana por dios fin de año!!
Ana: no lo sé.
Blas: -nota que necesitas pensar en todo- bueno, te acompaño a casa si quieres.
Ana: no, ya me voy sola, no te preocupes –sonrío-.
Blas: bueno, como quiera. Piénsalo ¿Vale?
Ana: -asiento-.
Blas: -me da un abrazo- hasta mañana, pequeña.
Ana: -le correspondo el abrazo y más ganas de llorar me entran pero me contengo, no quiero que me vea mal, no quiero que nadie me vea mal, y de repente cambio de idea me separo- nos vemos.

Yo me voy caminando llorando ¿Qué coño acabo de hacer?, que gilipollas soy, y suena mi móvil, es Miriam, mi única amiga allí en Barcelona… le respondo y estoy hablando con ella por el camino hasta casa, cuando llego a casa y 2 horas más. Me ha hecho bien hablar con ella, dice que haga lo que mi corazón diga y no lo que la gente piense. Le he dicho a Blas porque lo he visto sufriendo por los días que no nos veriamos, las horas y horas que yo esatía en Barcelona pensando en él, y él aquí en mí. En realidad quiero salir con él pero…

Llega el día siguiente, 31 de Diciembre. Último día del año. Genial fantástico y de todo para todo el mundo, debería serlo para mi, pero no. Sigo teniendo a Blas en la cabeza y esto empieza a ser entre acojonante, amargarte y bonito, como este viaje en sí. Ya es por la tarde y mi prima toca la puerta.

Marta: Ana –abre- vamos a dar una vuelta.
Ana: ¿ahora? Estará todo cerrado –y no tengo ganas-.
Marta: que va, aquí hasta que no vea un diluvio y peces con tres ojos bajando la Gran Vía no cierran nada. Vamos –sonríe-.

Total que nos ponemos las chaquetas y las bufandas, y con un frío que me quiero morir me voy a dar una vuelta con mi prima.

Marta: ¿Qué sabes de Miriam?
Ana: ayer hable con ella, esta bien y me dijo que quería venir en verano jajaja
Marta: pues ya sabes, tú y ella en veranos aquí.
Ana: -me río- ya veré.
Marta: te verás en Madrid sin esta pedazo de bufanda y esa chaqueta.
Ana: en la playa de Madrid…-intento burlarme de ella porque a ella le encanta la playa-.
Marta: pues bien bonita que es, tss.
Ana: -me río- no, si no digo que no jajaja.
Marta: no vendrán italianos buenorros, pero yo tengo a mi David, ja!
Ana: ¿Pero estas con él?
Marta: bueno, no jajaja. Es como tú y Blas pero sin tantos follones por medio. Vivimos el momento y el futuro nos da igual. Como a Blas, el futuro ya se verá, hay que ser constante pero feliz.
Ana: -asiento con la cabeza- pero para mi es difícil aun.
Marta: la Ana de antes pensaba así.
Ana: -asintiendo- la Ana de antes no lo había pasado mal, cariño.
Marta: bueno cambiemos de tema mejor –sonríe-.
Ana: sí porfavor todo el mundo me habla de lo mismo.

De repente nos para un chico. No puede ser él.

X: hola, ¿Que sabéis donde esta la calle X?
Ana: -mirando al suelo- esa es nuestra calle-.
Marta: sí –le dice donde esta-
Ana: -Marta no… -pienso-.
Chico: gracias. –se va-.
Ana: Marta que has hecho.
Marta: es nuestra calle ¿Algún problema?
Ana: -mirando al suelo- y ese es Cristian –mi exnovio, la miro- sí, el hijo de puta de Cristian querida Martita.
Marta: -se le cambia la cara de color- no, no puede ser.
Ana: sí, es él Marta que coño has hecho joder.
Marta: podrías haberme dicho algo ¿No?
Ana: no podía.
Marta: ¿Por qué?
Ana: porque me mata. Como me encuentre: me mata.
Marta: ¿Qué?
Ana: joder, joder, joder. Como habrá conseguido la dirección.
Marta: ¿Ana que dices de que te mata?
Ana: pues que me mata, cuchillazo y a la tumba, NO CREO QUE QUIERAS VENIR A VERME AL CEMENTERIO ¿VERDAD?
Marta: PUES NO, MUY AGRADABLE NO SERÍA.
Ana: joder… me iré a casa y punto, no saldré.
Marta: ¿Cómo no vas a salir?
Ana: NO PUEDO MARTA. ME VA A MATAR. MATAR. Eme, a, te, a, erre. Matar.
Marta: ¿pero por qué?
Ana: porque se quiere vengar de mí.
Marta: ¿Qué hiciste?
Ana: sí alejarme de todo aquel que vivía en mi barrio de antes porque se pusieron de su lado es hacer algo malo que me mate ahora mismo. Lo espero.
Marta: ¿Por eso?
Ana: sí. –me miro la hora, 20:45, Marta iba a cenar con David- vamos a casa y te arreglas, va.
Marta: Ana como que “vamos a casa y te arreglas” que te quiere matar, habrá que llamar a la policía.
Ana: NO. Ni se te ocurra. Vámonos a casa, hazme caso.
Marta: ¿Quién mas sabe lo de Cristian?
Ana: Blas.

Mierda, él no puede estar aquí. No. Sus palabras… no eran solo para mi. Abro a Blas por whatsapp.

Ana: Blas.
Blas: dime guapa J
Ana: ¿Me puedes prometer algo?
Blas: ¿Qué pasa?
Ana: ¿Sí o no?
Blas: íbamos bien encaminados ¿Qué pasa?
Ana: mira, no vuelvas a hablarme nunca, no me vas a volver a ver.
Blas: ¿Qué?
Y yo lo bloqueo mientras se me cae alguna que otra lagrima que evito que Marta vea.

Nos vamos a casa,  mas bien obligo a Marta a irnos a casa y obligo a Marta a arreglarse y a irse con David.
Ella se va y llama a alguien.

*conexión telefónica*

X: ¿Quién?
Marta: soy Marta.
X: lo sé. ¿Qué pasa?
Marta: tienes que ir a ver a prima, como sea.
X: no puedo.
Marta: ¿Por qué?
X: una promesa.
Marta: ¿Qué coño dices?
X: ¿No te ha explicado?
Marta: no, no me a dicho nada, lo único que sé es que te necesita ahora mismo.
X: se lo prometí, le prometí que no me vería más. ¿le pasa algo? –dice en tono preocupado-.
Marta: sí, digo no. No lo sé. En cuanto puedas porfavor. Te necesita aunque no quiera decirlo. Te quiere y ahora te necesita.
X: ¿Qué me quiere?
Marta: muchísimo. Ni te lo imaginas. Porfavor ves a verla después de las campanadas.
X: ¿No va a ningún sitio?
Marta: no.
X: ¿Por qué?
Marta: joder, que la quieren matar, esta aquí su ex, y le dijo que la próxima vez que la viera la mataría, MATAR. Te necesita ahora mismo a su lado por mucho que diga que no. Hoy lo hemos visto, nos a dicho donde estaba mi calle, ¿para que quieres una calle así por así?
X: ¿qué? –se le para el corazón de golpe-.
Marta: porfavor, ves. Porfavor te lo pido, de verdad.
X: nos vemos, Marta.
Marta: porfavor.
X: -cuelga-.

Son las 11 de la noche y estoy en el salón mirando las típicas galas de noche vieja, queda nada para ver las campanadas. Jamás había pasado un fin de año tan penoso como el de hoy, yo sola y depresiva por el amo. Esto parece una jodida película americana. Me quieren matar, oh, es verdad. quiere matarme y vengarse de mí.

*flashback*

Cristian: ¿Me dejas?
Ana: -llorando con moratones por todos sitios- sí –digo con la voz temblorosa-.
Cristian: pues olvídate de seguir viva.
Ana: ¿Qué dices? –sorbo por la nariz-.
Cristian: que te voy a matar. Cuando más feliz este. Eso digo.
Ana: estas como un puto loco de mierda.
Cristian: sí, pero tú a mi cacho de bola de grase no me vas a dejar.
Ana: adiós –me voy del piso que compartía con él a casa de Miriam-.

*vuelta a la realidad*

Hijo de puta… por su culpa me pasa esto con Blas, este miedo. Y eso no es todo… aun no se puede saber todo.
Tengo miedo, mucho miedo de que sepa el piso y venga a tocar a la puerta, tengo miedo de que le haga daño a mi prima, no la reconoció pero le puede venir una imagen suya y verla por la calle y matarla, le he dicho que no se separe de David. Me da miedo todo ahora mismo. Maldito hijo de puta, destrozó mi vida y quiere volver a hacerlo. Ojala se muera.
Necesito a Blas aquí ahora mismo conmigo, lo necesito, pero… fui idiota. Le dije que no le quería cuando si le quiero, le adoro. ¿Por qué a veces me guio únicamente por el miedo?

Y de repente tocan a la puerta. Apago la tele de golpe *ya que las luces ya las tenia apagadas* empiezo a temblar cual flan mal hecho y lo sacan de la nevera y bailan un paso doble con el pobre flan. Yo estoy igual.  ¿Qué he hecho mal en esta vida por dios? ¿Será Cristian? ¿O únicamente mi prima?
Vuelve a sonar el timbre, esta vez dos veces seguidas.
La abro por el whatsapp;

Ana: ¿Marta estas tocando a casa?
Marta: -me responde al instante- no ¿Por qué?
Ana: están picando y no sé quien es.
Marta: abre.

No le respondo “abre” me dice. Tengo un psicópata loco perdido por el barrio que me quiere matar y me dice “abre”. Vaya cabeza.
¿Sabéis? Voy a dejar mis miedo a un lado y si es el hijo de puta de Cristian me voy a enfrentar a él, y si me mata, que sea sin miedo, siendo fuerte. Basta esa gilipollez de ser débil. La Ana de antes va a volver ¿Es Cristian? Pues me enfrento a él y punto. Voy a dejar de ser débil.

Llorando voy a la cocina y cojo un cuchillo *toda prevención no viene mal* me acerco a la puerta y dejo el cuchillo encima del mueble de la entradita. Vuelven a picar, joder. Me limpio las lagrimas y me sorbo la nariz. Temblando acerco mi mano al pomo de la puerta y abro.



Holiiiiiii mis niñas preciosas que me leéis!!!!! Os dejo el capitulo 7 esperando que os haya gustado y que me comentéis por Twitter @anaschreii que tal! No os podré subir capítulo hasta el Lunes porque mañana por la noche me voy de finde y no podré subir, disculpas anticipadas :c IMPORTANTE: manifestaros por Twitter, por Dios! Muchas ya lo han hecho pero y las demás? Que lo máximo que os lleváis es un follow asegurado muchachas! 
Nada mas que decir, besoooooooooootes enormes a todas♥

domingo, 27 de octubre de 2013

Capitulo 6

Álvaro: ¿Cómo si solo te gustase?
Carlos: ¿Eres tonto? Pues que no sólo le gusta.
Álvaro: sí, seré tonto, pero no lo entiendo –me mira-.
Ana: pues que… creo que no sólo me gusta si no que es algo más fuerte.
Álvaro: ¿Sientes cosas más fuertes por Blas?
Ana: creo que sí.
Álvaro: pero eso se sabe…
Carlos: sí Álvaro, lo que pasa que la distancia no la deja avanzar.
Álvaro: ¿La distancia? –me mira a mi otra vez-.
Ana: -giro la cabeza y miro por la ventana-.
Álvaro: Ana, pero si te gusta e incluso sientes algo más fuerte la distancia te la comes.
Ana: no es fácil.
Álvaro: pero… esque no os entiendo, a ninguno de los dos.
Ana: ¿Qué?
Álvaro: déjalo. Es igual –sonríe-.
Ana: -me empezarón a entrar ganas de llorar, sentía presión por todos sitios, no sé por qué- bueno, me voy a ir a casa ya ¿Vale?
Carlos: ¿Ya? –me pone cara de pena-.
Ana: sí…
Álvaro: vente esta tarde a vernos ensayar!
Ana: claro –sonrío- ¿A dónde?
Álvaro: -me apunta la dirección en un papelito- aquí –me da el papel-.
Ana: ¿A qué hora?
Carlos: a las 5 –sonríe-.
Ana: vale, allí estaré –me despide de ellos con dos besos y un abrazo- nos vemos de aquí un ratito.
Álvaro y Carlos: adiós guapa –sonríen-.

Salgo del Starbucks deprisa, y me voy por ahí a dar una vuelta por un parque. Esta nublado y parece que se vaya a hacer de noche y sólo son la 1 del medio día. Noto que una lagrima me cae por la mejilla, ¿Qué cojones me pasa? Sé que es Blas, lo sé pero que llevo aquí 6 días y… pff. ¿Quiero a Blas? Le estoy empezando a querer. ¿Y si dejo lo de la distancia a un lado y me lanzo al vacío dejando otra vez mis sentimientos en el aire y dejándolos expuestos a que Blas los destroce si quiere? Es muy difícil para mí. Lo he pasado mal, pero Blas me transmite confianza. Pff no sé.
Me voy a casa, pensando en el tema, y cuando llego empiezo a hacer la comida con Marta.

Mientras Álvaro ya se ha ido del Starbucks, va a comer a casa de Blas.

Álvaro: -pica al timbre-.
Blas: ¿Quién?
Álvaro: ¡Yo!
Blas le abre la puerta y el sube hasta el piso. Se sientan a comer y Álvaro le va a explicar que a estado contigo y que…

Álvaro: vengo de estar con Ana y Carlos.
Blas: -lo mira-.
Álvaro: ¿No vas a decir nada?
Blas: ¿A Carlos le gusta Ana?
Álvaro: no. Se pensaba que sí, pero le pasó lo mismo que con la chica aquella de hace unos meses, que se pensaba que le gustaba y luego era que le caía súper bien.
Blas: -suspira de un alivio- menos mal, por dios.
Álvaro: si te sinceras y me dices que sientes realmente por ella, te cuento todo lo que hemos hablado. No soy un topo normalmente pero esta ocasión si digo algo, no os va a hacer daño a ninguno de los dos.
Blas: cabrón, si ya lo sabes.
Álvaro: ¿Yo? No sé nada –haciéndose el loco, para que Blas admitiera de una vez por todas que sentía algo más por ti-.
Blas: la quiero. Sí, la quiero. Le he dado más de diez mil vueltas al tema y he llegado a esa conclusión.
Álvaro: -aplaudo y silba- por fin hijo mío, por fin.
 Blas: -se ríe- que idiota.
Álvaro: pues el idiota te dice que Ana siente algo más que un “me gusta” por ti.
Blas: ¿Qué? –deja el tenedor caer haciendo ruido en el plato y mira a Álvaro-.
Álvaro: eso, nos lo a contado a mi y a Carlos, me a dicho que no te digamos nada, me siento un hijo de puta ahora mismo, pero sé que lo estoy haciendo bien.
Blas: ¿Un hijo de puta? Tú lo que eres es un amigo que no me debe faltar nunca, y punto.
Álvaro: oh, que bonito! Pero… no quiere que te enteres, tiene miedo en la distancia, por algo que le paso en el pasado y es super insegura y  -
Blas: lo sé, lo sé todo y sé el por que. Tengo que hablar con ella.
Álvaro: ahora me vas a meter a mi en un lío.
Blas: no, no va a salir tu nombre. No estaba seguro de que le gustase, pero ahora que lo sé…
Álvaro: no me eches mierda y esta, porfavor.
Blas: tranquilo.
Álvaro: sé que estas tristón, per anímate y ves a por todas, tu puedes hacerlo.
Blas: -suspira- me voy a dar una vuelta a aclarar ideas ¿Vale?
Álvaro: pero si no has comido apenas…
Blas: no quiero más… bueno me quedaré y luego vamos al ensayo juntos.
Álvaro: sí mejor, y come.

Blas y Álvaro se quedan ahí.
Mientras donde yo y Marta estamos comiendo pero yo apenas pruebo la comida.

Marta: Ana, come…
Ana: no tengo hambre.
Marta: pero no has comido.
Ana: esque no tengo hambre, Marta.
Marta: arregla lo de Blas YA o os meto en una habitación y no salís de ahí hasta que habléis.
Ana: -miro hacia el plato que esta lleno de macarrones aun-.
Marta: ¿Qué pasa Ana? ¿Qué sientes?
Ana: que ha roto todos mis esquemas.
Marta: ¿Por qué?
Ana: porque sí Marta. Tu sabes lo que paso con Cristian –así se llamaba tu exnovio, el que te pegaba y humillaba, aunque ella no lo sabía, sólo sabia que tu habías cogido mucha desconfianza porque no era bueno- no me valoro, no quiero un novio, no quiero querer a nadie porque no quiero que nadie tenga el poder de destrozarme.
Marta: Blas no te destrozaría.
Ana: no quiero ni si quiera exponerme a ese riesgo.
Marta: ¿Sabes? El pasado es el pasado, aunque te cruzaste con un cabrón hijo de puta y muchos sean igual que ese desgraciado, muchos otros no lo son. Y Blas no lo es. Conozco a Blas muy bien, y sé que no te haría daño, te digo que le gustas, no me lo a dicho porque no habla conmigo de estos temas, pero sé como es, y como te mira y como sonríe cuando esta contigo, pero esque a ti te pasa lo mismo, aunque no te des cuenta.
Ana: -se me cae una lágrima- no quiero  quererle Marta, y en 6 días mírame. Venia dispuesta a pasármelo bien y mírame. Mañana se acaba el año y estoy hecha una mierda.
Marta: porque tu quieres.
Ana: mi inseguridad, mis vivencias no quieren.
Marta: eso lo manejas tú, cariño.
Ana: me voy a ir a dormir la siesta un rato, llámame para ir al ensayo de los chicos que me invitaron Carlos y Álvaro.
Marta: vale –sonríe- ya recojo yo la mesa.
Ana: vale –sonrío-.

Me levanto y me voy a mi habitación, ahí me quedo dormida un rato.

Tocan a mi puerta.
Ana: adelante.
X: -entra- hola cosa guapa –sonríe se sienta a mi lado en la cama y me acaricia la cara-.
Ana: Blas –sonrío-.
Blas: menos mal que supimos vencer a la distancia… se me estaba haciendo muy difícil el quererte tanto y no poder verte.
Ana: sí… tonta fui en no darme cuenta antes de que podíamos vencerla –sonrío-.
Blas: -se acerca a mi y me besa-.

De repente noto que alguien me mueve. No hay nadie más en la habitación y me despierto por un vaso de agua. Un puto vaso de agua.

Ana: Marta ¿Qué coño haces?
Marta: llevo media hora intentándote despertar-.
Ana: …ya.
Marta: ¿Qué pasa?
Ana: ¿Qué me has despertado con un puto vaso de agua congelada?
Marta: no, eso no.
Ana: -sabia por donde iba- ¿Pues?
Marta: -me mira y levanta las cejas-.
Ana: he soñado con Blas, pesada. Me voy a duchar y nos vamos ¿No?
Marta: sí.

Me ducho y nos vamos como a un local que tenían los chicos y ahí cantaban. Joder si tenían batería y todo, bueno normal.

Carlos: mis niñas loquis! ¿Cómo estáis?
Ana: -yo sonrío sin más-.
Marta: bieeen.
Carlos: ¿Y tú Ana?
Ana: yo bien, como siempre –sonrío-.
Saludo a cada uno de los chicos hasta que me toca Blas… ay Blas. Le doy dos besos y me siento en un sofá que tienen ahí y ellos empiezan a cantar.

Marta: yo vengo aquí casi todos los días.
Ana: cantan muy, muy bien.
Marta: yo ya se lo digo, pero ni caso.
Ana: pues poca risa porque pueden llegar lejos.

Dejo de hablar con Marta y me pongo a escuchar a los chicos cantar. Pero en especial me concentro en Blas. Su voz es PRECIOSA con todas las letras. Parece un jodido ángel, me encanta. Lo miro, lo miro durante muchas canciones sin tomar en cuanta el tema de la canción y solo sonrío y de repente empiezan a cantar una canción y Blas desde que empieza hasta cuando acaba me clava la mirada y no la aparta de mi, me sonríe “Me gusta llegar y verte concentrada entre tus cosas…” madre mía, no puedo con esto. Ahora tengo ganas de llorar otra vez por esos 620km que me van a separar de él, de ellos.
Me levanto.

Ana: -me acerco a Marta y le digo bajito- me voy ¿Vale? Estoy agobiada.
Marta: pero fuera parece que va a llover.
Ana: no te preocupes, si llueve vengo –sonrío-.
Marta: ¿Estas bien?
Ana: sí, sí.

Cojo mi chaqueta y mi bufanda y me voy
Estoy llorando como una gilipollas andando por un parque de Madrid… madre mía parece una película de mierda, pero no, es real.
Siento que alguien me pone las manos en los hombros por atrás. Huele a él, huele a Blas. Mierda.

Ana: -me seco las lagrimas y con la esperanza de que no se me note en la cara que he llorado, y me giro, es Blas- hola –digo mirando hacia abajo-.
Blas: -obviamente se da cuenta- hey ¿Qué pasa? –me levanta la cara cogiéndome de la barbilla.
Ana: nada –intento sonreír y lo consigo-.
Blas: -me mira con cara de “no, enserio”- no soy tonto.
Ana: no he dicho que lo seas.
Blas: tienes los ojos rojos ¿Qué pasa?
Ana: nada –sonrío-.
Blas: Ana… no me gusta verte así.
Ana: ni a mi estarlo.
Blas: ¿Pero el qué? ¿Qué te pasa?
Ana: que nada, Blas. Nada. Me voy a casa y ya esta. No me pasa nada.
Blas: -suspira- No me lo vas a decir ¿no?               
Ana: no tengo nada que decirte –“sí, que te quiero. Te quiero Blas, te estoy empezando a querer y no poco” eso tengo que decirle, pero no, me quedo callada-.
Blas: sabes que me gustas, lo sabes, y yo sé que algo tienes que sentir por mí.
Ana: ¿Qué? –lo miro con la cara más asombrada que he puesto nunca-.
Blas: eso, Ana. Que me gustas y te gusto aunque sea un poquito, o eso me das a entender.
Ana: ….
Blas: ahora si ni si quiera sientes nada por mí, es que o yo soy tonto y no he sabido verlo, o esque…
Ana: no, tú sabes que yo no soy una guarra.
Blas: ………………….




Holiiii holi holi gente maja que lee mi novela!:D Espero que os haya gustado el capítulo y me comentéis que tal!!!! El otro día más gente me comentó por Twitter y tal y feifhedifhr me encanta que os encante :D Un besazo y nos leemos por tuitah♥ PD: como ayer no subí capitulo deSde aquí vuelvo a felicitar a Blas. FELICIDADES CHIQUIIIIIIIIIIIII♥ 

jueves, 24 de octubre de 2013

Capitulo 5

No responde y sigue en línea. No sé. Ya me he separado de Blas, estamos viendo la película y otra Blas me abraza y yo me aferro a él mientras me acaricia el pelo.

Después de ver la película nos vamos al comedor y nos despedimos Marta y yo ya que Álvaro, Dani y Blas se quedaban ahí.

Dani: -se despide de mi con dos esos y un abrazo- bueno, seguramente nos vemos mañana jajaja voy al baño, adiós. –se va al baño-.
David y Marta están despidiéndose de un modo… como si no hubiese nadie en el salón.
Blas: pequeña mañana te vuelvo a ver ¿Vale?
Ana: claro –sonrio-.
Blas: -me da un abrazo-.
Ana: -le correspondo el abrazo, joder, huele tan bien. Como voy a echar de menos esto-.
Blas: -susurrandome- parece que te vayas de Madrid.
Ana: -me río- no, no me voy aun.
Blas: aun…
Ana: -lo note como triste, me separo y lo miro- aun sigo aquí –sonríe-.
Blas: pero te vas en 7 días.
Ana: 7 días es mucho tiempo –en realidad me dolía decir que me tenia que ir de Madrid en 7 días-.
Blas: -me vuelves a abrazar- mañana te veo, pequeña.
Ana: amistad no puede ser mas –susurro lo mas bajo posible esperando que no me oiga-.
Blas: separa personas no corazones –me susurra él-.
Ana: -me separo- Marta ¿podemos irnos ya? Tengo mucho sueño.
Marta: sí claro

La conversación de Marta con David…

David: tu prima y Blas…
Marta: -se encoje de hombros- ni idea. No creo que llegue a nada, mi prima no es partidaria de vivir lejos el uno del otro.
David: se ve que Blas se esta pillando de ella, eso me a dicho Dani y su teoría.
Marta: no lo sé…
David: -se encoje de hombros- el tiempo.
Marta: lo dirá todo –sonríe-.
Ana: Marta ¿podemos irnos ya? Tengo mucho sueño.
Marta: sí claro.

Ella le da dos besos a Blas y yo me despido de David con un abrazo.
Nos vamos de casa de David, yo salgo casi corriendo, Blas me entró por los ojos desde un principio pero ahora ya, me esta entrando en eso que hace boom boom, y no es bonito. Porque hay 620 km de por medio.
Cuando llegamos a casa yo me voy a mi habitación y me siento en la cama y veo como cae la nieve, que a empezado otra vez a caer. Viene mi prima.

Marta: -toca la puerta- Ana ¿Puedo?
Ana: sí claro, entra.
Marta entra y se sienta a mi lado.
Marta: ¿Qué pasa Ana?
Ana: nada.
Marta: sí cariño, te pasa algo.
Ana: no, de verdad.
Marta: y si te digo… Blas.
Ana: -suspiro sin darme cuenta-.
Marta: ¿Qué pasa? ¿Qué pasa con Blas?
Ana: nada, no me pasa nada, de verdad –intento sonreír-.
Marta: Ana tía… no me ocultes lo evidente.
Ana: ¿Es evidente?
Marta: sólo para mí.
Ana: pues ya esta. No tiene que enterarse nadie más.
Marta: pero Ana, la distancia no es nada.
Ana: sí lo es.
Marta: yo vivo aquí… sería diferente si no tuvieses a nadie aquí en Madrid.
Ana: ¿y el AVE? ¿Me lo pagas tú? A parte Marta, no sé si yo le gusto a Blas, no lo sé, ni quiero saberlo.
Marta: mas tonta eres tú, tía. Blas es un encanto de persona, es la mejor persona me atrevo a decir y estar con él te prometo que sería lo mejor, Ana, de verdad.
Ana: Marta, basta. Mucha distancia.
Marta: te quedan 7 días, piénsalo bien.
Ana: -me quedo callada-.

Marta sale de la habitación y sus palabras me dan que pensar. La verdad llevo aquí poco tiempo pero Blas… ay Blas. Y como cualquier chica en mi situación, en vez de dejar el móvil quieto, me meto en whatsapp a ver si esta conectado, son las 2 am, “ultima conexión a las 01:59” anda. Me da por mirar su estado “620 km. la distancia separa personas no corazones” perfecto Blas. ¿Sientes lo mismo que yo?
Me entra un whatsapp de Carlos.

Carlos: holi Ana.
Ana: hola loco del chocolate! ¿Estas mejor?
Carlo: sí J la pizza que pidió David debió sentarme mal.
Ana: me alegro J
Carlos: ¿Quieres quedar mañana?
Ana: sí, claro!! ¿A qué hora?
Carlos: a las… 11 de la mañana?
Ana: perfecto J me voy a dormir tengo mucho sueño. Mañana nos vemos, un besito :*
Carlos: bona nit! Descansa guapa♥

Y dejo el móvil en la mesita de noche, hasta mañana.
Donde Álvaro y Blas, ya se habían ido de casa de David y mientras iban por la calle…

Álvaro: Blas ¿Qué sientes por Ana realmente?
Blas: -suspira- no lo sé.
Álvaro: ¿Te gusta o la quieres?
Blas: no lo sé.
Álvaro: ¿sentimiento de querer ya?
Blas: yo también creo que es muy pronto, pero no sé si es querer, gustar.
Álvaro: ¿Algo más que una amiga?
Blas: sí.
Álvaro: uy que claro lo tienes.
Blas: sé cual es el sentimiento de amiga y el de amor tío.
Álvaro: si ya, por eso lo he dicho. Porque sé como eres.
Blas: pero esque no sé lo que siente ella exactamente. Es obvio que ella sabe que yo siento algo más y yo sé que algo siente por mí, o eso creo. Pero… es muy difícil Álvaro, intento no pensar, pero la tengo en la mente todo el rato, y es inútil luchar contra algo que dice tu corazón ¿no?
Álvaro: lo sé Blas, lo sé.
Blas: y ella menciona diez mil veces la distancia y es un tema difícil ese.
Álvaro: lo único que tienes que hacer es hacerle ver que… ¿Cuántos km hay de aquí a Barcelona?
Blas: 620.
Álvaro: madre mía.
Blas: ves, esque es mucha. No es 1 hora, son 6.
Álvaro: pero si la quieres, solo tienes que hacer una cosa.
Blas: ¿Cuál?
Álvaro: demostrarle que un amor esta por encima de los 620 km.
Blas: claro, en 7 días. ¿Cómo hago eso?
Álvaro: yo te veo capaz. Es muy raro lo que te asa con Ana, pero hoy he visto tu cara cuando estabas abrazado a ella y…
Blas: -suspira- que chungo.
Álvaro: pero nada de ponerse tristes ¿Eh? Aquí pase lo que pase, adelante siempre con una sonrisa. Ya lo sabes.
Blas: ya lo sé.

Blas se queda en el portal de su piso y sube las escaleras, entra en su casa y se va directo a la habitación, se pone el pijama –un pantalón solo- y coge el móvil y cambia su estado de whatsapp “620. La distancia separa corazones, no personas.” Y se pone a dormir.


Al día siguiente me levanto a las 10 de la mañana y me voy a duchar y luego desayuno algo con mi prima.

Marta: ¿A dónde vas?
Ana: he quedado con Carlos –sonrío-.
Marta: ¿Ah, sí?
Ana: sí me dijo ayer de quedar. Me vendrá a picar me lo a dicho antes por whatsapp.
Marta: aps, genial –sonríe-.
Ana: vente!
Marta: he quedado con David.
Ana: tu y David…
Marta: -se ríe-.

Después de unos 15 minutos tocan al timbre de abajo y es Carlos, le digo por el telefonillo que ya bajo, y bajo obviamente.

Carlos: holiiii –sonríe y me da dos besos-.
Ana: hola –sonrío- ¿Ya estas mejor del todo?
Carlos: siii, la pizza me sentó mal… donde se pongan los donettes que se quite lo demás jajajaja.
Ana: ves, el loco del chocolate jajaja.

Nos ponemos a caminar y hablando nos metemos en un Starbucks y como hacía frío nos quedamos ahí.

Carlos: ¿Y tú qué? ¿Cuándo vuelves a Barcelona?
Ana: en 6 días Carlitos, no quiero jajaja.
Carlos: ¿6 días sólo? Vaya… pero tienes que venir más veces.
Ana: sí, en cuanto recaude el dinero. Vengo un finde de semana –sonrío-.
Carlos: pues te lo pago yo, eh.
Ana: -me río-.
Carlos: ¿Trabajas allí?
Ana: que va… no hay trabajo en ningún sitio. Sólo estudio.
Carlos: ¿Fotografía?
Ana: sí –sonrío-.
Carlos: esta genial, a mi me gusta pero no como para ser fotógrafo. A mi que me tomen fotos pero ya jajajaja.
Ana: jajaja hay gustos para todoooo.
Carlos: sí, a Marta le gusta David y a David Marta, ya ves.
Ana: -me empiezo a descojonar- jajaajaj vaya tela… ¿Y tú no tienes novia?
Carlos: -mira para la calle- nah. ¿Y tú?
Ana: no jajaja.
Carlos: lo suponía si no estar ayer como estabas con Blas…
Ana: no, no. Si tuviese novio no hombre.
Carlos: ¿Te gusta?
Ana: -lo miro y me río-.
Carlos: sííí, a mi no me lo niegues.
Ana: quizá es más fuerte el sentimiento.
Carlos: ¿Sientes cosas más fuertes por Blas?
Ana: no lo sé Carlos.
Carlos: vaya, que lío jajaja.
Ana: sí la verdad… la distancia, ya sabes.
Carlos: pero la distancia no separa sentimientos.
Ana: ya, eso sí, pero no lo sé… soy super insegura de mi misma y seria todo un sacrificio pensar tener aquí un novio.
Carlos: ¿Por qué eres insegura?
Ana: tengo un poquito de complejo con mi cuerpo y tal… ya sabes tonterías.
Carlos: ala que tonta, con lo guapa que eres.
Ana: gracias –sonrío-.
Carlos: pues valórate más porque eres una persona super increíble de verdad –sonríe-
Ana: ay, gracias de verdad –sonrío-.
Carlos: mira te voy a decir una cosa, que le he estado dando mucha vueltas.
Ana: ¿Malo?
Carlos: no, bueno sí. Bueno no sé.
Ana: bueno dime –sonrío-.
Llega Álvaro.
Álvaro: ¡Hombre, hola! Siempre estáis en el Starbucks vosotros dos ¿o qué?
Ana: mas o menos, somos unos hipters jajaja
Carlos: sí, mira tenemos iphone.
Ana: yo no.
Carlos: yo sí.
Álvaro: me siento ¿Vale?
Ana y Carlos: sí!!
Álvaro: ¿Y de qué hablabais?
Carlos: de nada importante.
Ana: ahora vengo, voy al baño –sonrío-.

Yo me levanto y me voy al baño, Álvaro y Carlos se quedan ahí.

Álvaro: Carlos…
Carlos: le iba a decir que me gustaba.
Álvaro: ¿Qué?
Carlos: pero…
Álvaro: ah, siempre hay peros –ríe- dime.
Carlos: he dicho “me gustaba” porque en realidad no me gusta, tenias razón Álvaro, la quiero muchísimo en tan poco tiempo pero como una amiga.
Álvaro: ves, te dije que lo pensarás, que tú eres así.
Ana: ¿Te creéais que te gustaba yo? –me siento, tan tranquila, eso era imposible-.
Carlos y Álvaro se miran.
Carlos: sí… pero...
Álvaro: pero él es así ¿eh? Le pasó con otra chica y luego no le gustaba y la chica si que le gustaba él y le lío…
Carlos: -se ríe- soy un heartbreaker aquí donde me ves, eh.
Álvaro: sí claro jajajaj.
Ana: ¿Y la chica que dijo?
Carlos: se quedo mal un tiempo… pobrecita. Pero bueno ya encontró a otro –sonríe-.
Ana: vaya, un clavo saca otro clavo.
Álvaro: eso dicen.
Ana: la verdad es que es un alivio que solo me quieras como amiga, la verdad.
Carlos: alaaaaa, ¿No me querrías como novio?
Ana: no, ósea sí. A ver eres super simpático y tal pero…
Carlos: Blas.
Ana: y la distancia.
Álvaro: ¿Te gusta Blas?
Ana: -miro hacia mi café con el papelito de Navidad del Starbucks, sí joder, me gusta Blas-.
Álvaro: ¿De verdad?
Carlos: no la ves hijo mío.
Ana: pero que no se entere, porfavor. Porfavor Álvaro no le digas nada, no quería que nadie lo supiese.
Álvaro: ¿Por qué?
Ana: porque me voy en 6 días y tenemos una edad como ir haciendo el gilipollas de te quiero ahora y mañana no porque te vas.
Álvaro: pero Blas no haría eso, eh.
Ana: lo sé, pero miro por mí. Lo pase mal hace unos meses de ahí viene la inseguridad que te he contado antes, Carlos. Y ahora llegó Blas y en un abrir y cerrar de ojos… mira no sé, pero que no se entere.
Álvaro: pero si te gusta ¿Cuál es el problema?
Ana: -me río irónicamente- si sólo me gustase no habría ningún problema.
Álvaro: ¿Cómo si solo te gustase?
Carlos: ¿Eres tonto? Pues que no sólo le gusta.

Álvaro: …………




Holiiiiiiiii! Otro capitulo!! Espero que os haya gustado y me digáis que tal por Twitter! Un besazo a todas las que me leéis!!♥

martes, 22 de octubre de 2013

Capitulo 4

Nos ponemos a caminar hacia casa de David, nevaba pero no mucho así que se podía pasear bien. Íbamos caminando y riéndonos, Blas me pasó un brazo por la espalda hasta que llegamos a casa de David subimos y ya estaban todos ahí.

*Unos minutos antes*

Chico 1: oye, ya sé que nunca hablo de estos temas contigo…
Chico 2: ¿De qué?
Chico 1: de chicas…
Chico 2: Bueno pero somos amigos así que voy a escucharte, obviamente. ¿Qué te pasa?
Chico 1: Ana…
Chico 2: ¿La prima de Marta?
Chico 1: sí hijo sí ¿Qué otra Marta conoces?
Chico 2: ay, no sé tío jajaja ¿Qué pasa con Ana?
Chico 1: creo que… me esta empezando a gustar.
Chico 2: pero tío vive en Barcelona y tú aquí en Madrid, a parte la conoces de casi nada.
Chico 1: ya, pero no sé, es muy raro… es muy simpática y su personalidad es tan aojowdjvjs que no sé, no paro de pensar en ella tío.
Chico: 2: a ver, una cosa es que su personalidad sea muy “akskasjak” y otra que te guste.
Chico 1: ya… no sé tengo que pensar.
Chico 2: piénsalo. Ya sabes aquí estoy para lo que necesites ¿eh?
Chico 1: merci tío –le da un abrazo-.

*Tiempo real*

Entráis al piso de David Blas y tú…

Carlos: ayy hola mi niña!!! –me viene a dar un abrazo-.
Ana: -le correspondo el abrazo y le sonrío- ¡Hola!
Blas: -mira a Carlos con mirada asesina nivel máximo-.
Carlos: ¿Qué haces con el abrigo de Blas? Jajaja.
Ana: empezó a nevar y me lo dejo.
Dani: uyyy aquí hay tema pero vamooooooos.
Blas: Dani, cállate.
Dani: yo no digo na’ pero … -mueve las cejas arriba y abajo seguidamente-.
Ana: -yo me río porque quiero que me trague la tierra, literalmente-.
Marta: Ana ¿Fuiste a casa?
Ana: -madre mía ni se a dado cuenta de que no he pisado el piso- sí, claro.
Marta: ah vale, no fui porque me vine aquí directamente.
Ana: ya, ya me lo imagine –intento disimular de la mejor manera que sé-.
Carlos: ¿Estaba sola?
Ana: sí, solita y desolada, como la canción –pongo cara de pena-.
Carlos: ayyy que carita –me abraza- ¿Por qué no me llamaste?
Ana: no sé jajaja creí que te habías ido a tu casa.
Carlos: eso hice jajaja.
Álvaro se acerca a Blas.
Álvaro: -hablando bajito- ¿Estabas con ella?
Blas: -lo mira-.
Álvaro: -levanta las cejas esperando una respuesta-.
Blas: -le aparta la mirada y se ríe-.
Álvaro: tu y yo tenemos que hablar, eh.
Blas: ¿De qué?
Álvaro: de que quieres para reyes, no te jode Blas.
Blas: -se ríe mientras me miraba hablar con Carlos, y Carlos acercado mucho a mi-.
Álvaro: ¿Quieres un consejo?
Blas: ¿Qué dices?
Álvaro: deja de mirar con cara de asesino a Carlos si no quieres que se te note mucho.
Blas: -me conoce como nadie… -piensa- cierto, tenemos que hablar.
David: ¿Cenamos?
Marta: sííí.
Dani: esta niña come a montones y no engorda tío.
Ana: tiene suerte la capulla.
David: se mira, no se toca –la abraza-.
Dani: aquí hay rollo, asegurado vamos.

David a pedido pizzas y nos sentamos Dani David y Marta en el sofá y Álvaro, Blas, Carlos y yo en el suelo.
Mientras estábamos cenando, Carlos me hacia bromas y a Blas lo notaba distante a como habíamos estado a la tarde. No sé porque, y
Álvaro lo miraba mucho incluso a veces negaba con la cabeza, pero no sé bien bien porque.
Cuando terminamos de cenar…

Marta: ¿Qué hacemos ahora?
David: podemos ver una película si queréis.
Dani: pero de miedo.
Ana: ¿En serio?
Dani: en serio ¿Qué? Jajaja
Ana: ¿De miedo?
Dani: sí, con emoción chiquilla.
Ana: emoción máxima nivel volar, no te jode Dani.
Dani: jajajaja si molan.
David: sólo tengo de miedo ahí, Ana…
Ana: no, no tranquilos, no pasa nada –sonrío- miramos una de miedo.
Dani: si tienes a Blas, no pasa na’.
Blas: Dani, cállate ya.
Dani: yo no digo na’
Marta: jajajaja todo el día con el “yo no digo na’”
Dani: pero digo muchas cosas, ole yo.
David: -se ríe- vamos para la habitación de cine.
Ana: ¿Tienes habitación de cine?
David: sí jajaja.
Ana: ¿Jura? Que genial ¿No?
David: sí, mola mucho. Es lo mejor de mi piso –dice orgulloso él-.

Recogemos los platos y las pizzas y vamos a la sala de cine, que mola mucho por cierto, pero Álvaro y Blas aun no han venido.
Donde Álvaro y Blas, estaban en el balcón de casa de David…

Álvaro: ¿Y?
Blas: ¿Qué?
Álvaro: te puede sacar una sonrisa con una palabra.
Blas: ¿Cuál?
Álvaro: Ana.
Blas: -sonríe y mira a la calle-.
Álvaro: Blas… es de Barcelona y ella no quiere a nadie aquí.
Blas: Álvaro, ni yo sé lo que me pasa. Ni yo lo sé. La conozco de nada prácticamente tío, y mira… no sé –suspira-.
Álvaro: -ve a Blas un poquito mal- pero Blas…
Blas: ¿Qué Álvaro? ¿Qué? ¿Qué le hago yo?
Álvaro: no te digo que hagas nada, sólo que vive en Barcelona.
Blas: lo sé, y no te imaginas lo que llego a pensarlo a lo largo que pasa el día. Sé que de aquí 5 días va a coger un puto avión y se va a ir a 621 km de aquí ¿Pero qué hago? ¿Me arranco el corazón? ¿La cabeza?
Álvaro: Blas, haz lo que tu veas, sólo te digo lo que hay y mi opinión, porque yo lo que no quiero es que lo pases mal.
Blas: -suspira- no sé que sentido tiene esta conversación, porque ni si quiera sabemos si yo le gusto a ella.
Álvaro: cierto, pero te he visto un pelín mal, y que mas que hablar contigo como amigo que soy ¿No?
Blas: y te lo agradezco –le da un abrazo-.

En la sala de cine, estabais todos sentados y tu estabas sin decir nada, pensando…

Ana: -¿Por qué siento esto tan raro? Es como si conociese a Blas de toda la vida, y en realidad lo conozco de nada y menos. Me a empezado a gustar, eso es lo más obvio pero no quiero que nadie se entere, porque la distancia por mucho que digan que no separa corazones, sí lo hace, los separa. A parte no sé yo tampoco si le gustaré a él o qué, y que no estoy tampoco preparada para esto, quiero decir que lo he pasado mal y no tengo ganas de pasarlo mal otra vez. Puff. Que mal rollo todo esto, de verdad… -pienso-.


Entran Blas y Álvaro. Blas se sienta a mi lado. Lo que importa ahora mismo es que estoy a oscuras viendo una película de miedo, pero de miedo de esto que dices “me salgo de la sala del cine o se me sale el corazón por la boca”, pero claro, aquí estoy no me voy, y al lado de Blas.
De repente viene una escena que da un susto, y yo no tengo otra cosa que hacer que aferrarme a Blas como si fuese una lapa y hundir mi cara en su pecho. Ole Ana, ole.

Blas: -me mira y me susurra al oído- ¿Quieres que salgamos a fuera?
Ana: no, no. –sí, sí- estoy pensando-.
Blas: como quieras. –se pone otra vez a ver la película-.
Me miraba de reojo y como me veía realmente asustada me abraza. Lo tengo abrazandome y la película ahora mismo se a convertido en una de dibujos para niños.
Madre mía del amor hermoso. Blas, me abraza… no puedo evitar abrazarle yo a él.
Noto como el aire de la sonrisa que suelta roza mi pelo. Noto su sonrisa porque estoy abrazada a él, y no sé si eso es bueno o malo.

Álvaro nos mira y seguidamente mira a Carlos, quien también nos mira. Álvaro mira a Carlos...

Carlos: oye, que yo me voy a ir ¿Vale?
David: -para la película- ¿Por qué tío?
Carlos: me encuentro un poco mal.
Álvaro: -lo mira negando con la cabeza-.
Dani: ¿Pero que hacen Blas y Ana abrazados? Tema del bueno uyuy.
Carlos: bueno, mañana os veo. Adiós –sale de la sala de cine-.
Álvaro: espera no pongas aun la película, voy al lavabo.

Álvaro sale de la habitación y va a por Carlos.

Álvaro: ¿Qué quieres Álvaro?
Carlos: ya sabes, no sienta bien.
Álvaro: no te gusta Carlos, ella no te gusta.
Carlos: ¿tú que sabes?
Álvaro: sé como eres Carlos y no te gusta, simplemente te cae genial, como a todos, pero tú eres tú y te pasó ya una vez, y luego no te gustaba.
Carlos: ¿Aunque me moleste ver a Ana abrazada a Blas es que no me gusta?
Álvaro: sí.
Carlos: no lo creo así. Tengo que pensar. Adiós.
Álvaro: mañana nos vemos.

Álvaro vuelve a la habitación de cine.

Blas: ¿Está? –aun estaba abrazado a ti-.
Álvaro: sí, sí. Solo le duele un poco el estomago.
Dani: ay tío, no le pregunte si quería que le llevara a su casa…
Álvaro: nah, no pasa nada.
Marta: pues yo lo noto raro, eh.
David: sí yo también. Antes lo he hablado con Marta.
Dani: ¿Y qué conclusión tenéis?
Marta: que se a pillado de alguien y esta tristón…
Dani: pues si se a pillado de alguien, que lo intente.
Álvaro: -no decía nada-.
David: ya, pero todos sabemos como es Carlos.
Marta: Ana no. Uhhh.
Ana: -ríes-.
Álvaro: que no inventéis tanto anda, vamos a seguir viendo la película que estaba interesante.

Nos quedamos viendo la película, ¿Qué le pasará a Carlos? Al principio de la noche estaba super bien y acabo mal, le habrá sentado mal la comida. Le voy a enviar un whatsapp a ver como esta.

Ana: Carlos ¿Estas mejor?


No responde y sigue en línea. No sé. Ya me he separado de Blas, estamos viendo la película y otra Blas me abraza y yo me aferro a él mientras me acaricia el pelo.




Holiiiis! Espero que os este gustando la novela dejarme comentarios mencionandome en Twitter! Que no os de vergüenza a los que no me decís nada que no me como a nadie, eh jajajaja. Un besote para las que me leéis os leo por Twitter♥