Me dicen
todos los números, y para mi sorpresa, el de “hola pequeña <3” había sido…
Blas.
*conversación
de whatsapp*
Carlos:
uuuy, uyyyy “hola pequeña <3”
Dani: aquí
hay temaaaaa, pero vamos.
Blas:
idiotas, yo soy así de cariñoso, dejarme.
Dani:
ESPARTACOOOOOO.
Carlos:
CHOCOLATEEEEEEEE.
Álvaro:
soy un elefante, admirarme.
Carlos: a
ti que te vamos a admirar.
Álvaro:
Dani hijo mío que diseh usteh
Dani: ehhh
que tengo mi patinete de los NFA y te lo reviento en la cabeza.
David:
cuanta agresividad.
Carlos: uy
que loquisssss.
Álvaro:
que yo tengo una trompa, cuidao’.
David:
estoy viendo gru 2, callarseeeee.
Carlos:
no.
Dani: no,
no nos callamos.
Ana:
jajajaajajajajaj ¿Marta donde estas?
Marta: en
casa de David.
Dani: ala,
vosotros no estáis viendo ni Gru ni Gra.
Me estoy
riendo lo que no está escrito con esta conversación e whatsapp, cuando veo que
me llega uno de Blas, fuera del grupo ósea por privado, digamos.
Blas: hola
J
Ana: hola J
Blas: ¿Qué
haces?
Ana: aquí,
aburrida que mi prima se fue, por lo visto a casa de David…
Blas: ya,
ya. Lo leí por el grupo, vaya tela.
Ana: la
vengo a ver y me deja tirada L
Blas: vaya
prima… jajajaja
Ana: no me
merezco esto, que mal L
L
Blas: es
verdad… jajajaa oye…
Ana:
¿Dime?
Blas: me
encantó pasar la noche de ayer contigo J
Ana: -madre mía… Blas no…- pienso y no sé que
contestarle, pero el puede estar hablándome en plan amigo, así que le contesto
en plan amiga- y a mi! Eres súper simpático!!
Blas: y
tu! Y no te pareces en nada a tu prima ¿eh?
Ana: lo sé
hijo, lo sé. Ella es de lo más y yo soy nada.
Blas: ¿Qué
dices?
Ana: pues
eso, Marta cuerpaaasssso 10, Ana cuerpo 0.
Blas: Ana
¿Eres tonta?
Ana: no
Blas. Soy realista. A mi me sobran unos kilos de más y eso es así.
Blas: ¿Y
qué mas da eso?
Ana:
déjalo.
Blas: no,
de verdad. No quiero que te sientas así, porque a parte de que eres guapísima,
eres de las pocas personas que he conocido en horas que sé, que eres de lo
mejor, y súper simpática.
Ana: sí,
eso dicen todos…
Blas:
¿pues?
Ana: que
se queda ahí.
Blas: ¿?
Ana:
déjalo Blas… me voy a dormir. Buenas noches.
Me levanto
del sofá y me voy a mi habitación, con la tontería son las 10 y mi prima no
viene. No tengo hambre y tengo sueño así que me voy a la cama. Dejo el móvil en
la mesita de noche, me pongo el pijama y me acuesto y tapo bien con la manta,
que hace frío. Escucho que entra un whatsapp y lo miro, es de Blas.
Blas: mira
Ana, no creo para nada que te sobren unos kilos de más, ni que seas fea, ni que
tengas un cuerpo 0. Ayer me pareciste una chica genial y lo bonito esta dentro.
Descansa pequeña♥.
Esto es
una sensación muy extraña que en una noche me hiciese sentir como me hizo
sentir después de todo lo que yo pase por aquel hijo de puta… ¿Cómo puede
sentir esto? No, no. Tengo que mantenerlo como una simple amistad le respondo.
Ana:
gracias J
Descansa!
Blas: de
verdad eres genial, hasta mañana♥
No le
contesto. Otro como tantos, que me dicen que soy genial y luego, y soy genial y
ya está, claro. Me pongo a dormir y dejo de pensar.
Mientras
Blas estaba con Álvaro en su casa.
Álvaro:
¿Por qué no hablas por el grupo?
Blas:
porque no decís coas coherentes jajajaj
Álvaro:
cierto! ¿Y Ana?
Blas: ni
idea.
Álvaro:
¿Estabas hablando con ella?
Blas: no.
Álvaro:
sí.
Blas: que
no.
Álvaro:
déjame el móvil pues.
Blas: no.
Álvaro:
estas como muy raro desde ayer.
Blas: ¿Yo?
Que va.
Álvaro: …
Blas: de
verdad.
Álvaro:
vale… -se lo creía-.
(…)
Estamos
dando una vuelta por Madrid yo y mi prima. Y de repente nos encontramos a
Carlos.
Carlos:
holiiiiiii mis niñas!
Ana y
Marta: ¡Hola Carlos!
Carlos:
¿Qué hacéis?
Ana: damos
una vuelta.
Carlos: ah
guay, pues voy con vosotras!
Marta:
vale!
Nos
quedamos dando una vuelta por ahí y íbamos a una cafetería a tomarnos algo, y
nos encontramos a David.
David:
¡Hola!
Nosotros:
¡Hola!
David:
¿Dónde vais?
Carlos: a
tomarnos algo.
David: ah
guay, yo voy.
Marta:
auto invitación ahí.
David: lo
deseas.
Marta:
cierto!
Viene
Blas.
Blas:
¡Hola!
Carlos:
¿Qué pasa? ¿Tenemos un localizador en el móvil?
Blas: no
lo sé, iba a casa de Álvaro y si os veo pues saludo.
Carlos:
nah, seguro que nos espias.
Blas: a ti
jajaja no tengo otra cosa mejor que hacer.
Carlos: no
la verdad.
Blas: bah
–me mira y me sonríe- hola –me da dos besos-.
Ana: hola
–sonrío-.
Blas:
¿Dónde vais?
Ana: a
tomarnos algo.
Blas:
¿Puedo ir?
Marta:
menos mal, uno que pregunta.
Carlos: no.
Ana: sí
jajaja.
Blas: su
palabra pesa más que la tuya, así que voy.
Total que
vamos a una cafetería, hemos perdido a David y a mi prima por el camino, y
Blas, Carlos y yo entramos y Carlos va a pedir las bebidas mientras yo y Blas
nos sentamos.
Blas: hace
frío ¿eh?
Ana: sí…
mucho!
Blas: Ana…
¿Puedo preguntarte algo?
Ana: sí
claro –sonrío-.
Blas:
ayer, me di cuenta por whats que no te valoras.
Ana: -lo
miro con cara de ¿? puto que razón tiene-.
Blas: sí…
dijiste que tu prima era mejor que tú…
Ana: ya, ya.
Blas: ¿Por
qué? Si quieres explicarlo, obviamente.
Ana: a
parte de lo evidente –que ella y yo no somos iguales- hubo una persona que… me
hizo daño.
Blas: …
-se queda callado para que yo explique-.
Ana: mira,
no lo sabe nadie Blas.
Blas: no,
si no quieres no me lo cuentes que lo entiendo.
Ana: no,
claro te lo voy a contar.
Llega
Carlos con chocolate caliente.
Carlos:
miraaaad chocolate caliente para todos!!
Ana: -me
encojo de hombros y muevo las manos diciéndole a Blas que se lo contaré en otro
momento-.
Blas: -me
sonríe-.
Carlos:
que es chocolate caliente, ósea el mejor invento.
David: que
raro, ¿Carlos y chocolate?
Carlos: tú
fuera, fuch fuch.
David: -se
sienta y coge un vaso de chocolate- calla.
Nos
quedamos ahí un rato hablando. Era inevitable
que yo mirase a Blas, y él me miraba y me sonreía. Se me estaba olvidando que
yo era de Barcelona y el de Madrid, se me olvida incluso, lo que había sufrido hace unos meses.
Me llega
un whatsapp, de Blas.
Blas:
¿Quieres contármelo ahora?
Ana: a
solas, solo a ti mejor.
Blas: lo
sé, pero digo si quieres que nos vayamos a dar una vuelta o algo J
Ana:
-sonrío- claro.
Blas: me
encanta tu sonrisa.
Ana:
-vuelvo a sonreír inevitablemente- ¿Qué decimos?
Blas: no
sé. Di que tú te vas a casa, y Marta no se va a ir porque esta David, y yo te
acompaño.
Ana:
jajajaja misión 007 en marcha.
Blas:
3,2,1… pero hablaaaaa!!! Ajjajaajja
Ana:
jajajaja calla que si hablo ahora me río.
Ana: oye…
yo casi que me voy a ir a casa ¿Vale Marta?
Marta:
¿Ya?
Ana: sí,
esque me encuentro un poco mal.
Carlos:
ay, ¿todo bien?
Ana: sí,
sólo me duele un poco el estomago.
Blas: no
te preocupes Marta, la acompaño yo que me voy ya también.
Marta:
¿Sí?
Blas:
claro sin problema.
Marta: ten
las llaves –me da las llaves de casa y yo las cojo-.
Carlos: yo
también me voy, que aquí sobro.
David: es
verdad.
Carlos:
venga, adiós.
Blas,
Carlos y yo salimos de la cafetería.
Carlos:
como yo no soy tonto y sé que os queréis quedar solos, me voy –sonríe-.
Ana: ay me
sabe mal Carlos.
Carlos:
veeees, os queréis quedar solos, lo sabía, soy el amo ¿no me veis? Jajajaja no
pasa nada, ya nos vemos –se despide de mi con dos besos y un abrazo de Blas y
se va-.
Blas y yo
nos ponemos a caminar y llegamos a un parque y nos sentamos en un banco, a
pesar del frío nos quedamos ahí.
Ana: a ver
como empiezo yo ahora… jajaja
Blas: por
el principio, tal vez… -me mira y se ríe-.
Ana: sí
eso pensaba hacer –le sonrío irónicamente-.
Blas: -se
ríe y me pone una mano en la rodilla- soy todo oídos.
Ana: -ya
me ha puesto nerviosa, si esque este chaval…- eres la primera persona que va a
saber esto, confío en ti y espero que no se lo cuentes a nadie.
Blas:
confía en mí.
Ana: a
ver, cuando tenia 16 años mi casa se quemó y mis padres fallecieron en el
incendio… después de esto me vino un chico a regalarme los oídos básicamente.
Como tú me has dicho antes, no me valoro, nada, pero es a raíz de eso… él vino
y me dijo que lo que importaba era el interior y mierdas así, acabe saliendo
con él, y a la semana empezó a humillarme delante de la gente y tal… era como
que yo estaba tan pillada por él que ni me daba cuenta, se metía con mi físico
delante de la gente, y la gente le reía las gracias y yo no lo entendía porque
en teoría eran mis amigos los que se reían de mi, no conmigo. Total que él
empezó a llegar más lejos… tanto que un día íbamos por la calle y me comparó
con una foca que había en un escaparate me dijo “mira Ana, como tú, es tu
hermana gemela” y yo pues le dije “oye, no te pases tampoco” sólo eso, después
de todo lo que me había humillado durante un año, claro yo como que no tenía a
nadie, era como que mi familia la tengo lejos de casa, mis padres no estaban y
yo vivía sola porque al tener 16 años quise que fuese así, y no tenia apoyo de
nadie… y después de aquella tarde al volver a mi casa… -se me llenan los ojos
de lagrimas-.
Blas: Ana,
Ana, ya está. Ya está no me cuentes más, pero no llores, porfavor, no llores
–aun tenia la mano en mi rodilla y ahora me cogía la mano con la mano libre-.
Ana: no
tranquilo, ahora ya te lo voy a contar todo.
Blas: no
hace falta, de verdad.
Ana: sigo,
no pasa nada.
Blas: -me
sonríe, diciéndome que siga-.
Ana: bueno, cuando llegué a casa, en cuanto cerré
la puerta –intento ordenar recuerdo en mi cabeza- fuimos al salón y él… él me
pego un guantazo en la cara… y de ahí paso a gritarme “zorra que sea la última
vez que me hablas así, pedazo de puta bola con patas” y cosas así. Y… me pego
una paliza.
Blas:
¿Qué?
Ana: sí…
Blas: ¿Qué
coño dices Ana? ¿Estarás de coña?
Ana:
ojalá.
Blas: -me
abraza fuerte-.
Ana: -sin
querer se me empiezan a caer las lágrimas de los ojos, no había sido capaz de
contar esto a nadie, y a él, en dos días ya se lo estaba contando…-.
Blas: es
el pasado, no llores.
Ana: -me
separó de él sin mirarle y sonrío-.
Blas: -me
coge la cara y me seca las lagrimas con sus pulgares- ¿Por qué me has contado
esto?
Ana: no lo
sé.
Blas: no
me conoces de nada, Ana.
Ana: pero
siento como fuese así.
Blas: ¿Sí?
Ana: sí.
Blas:
entonces debes saber que a mi me pasa lo mismo… y que desde el día de la fiesta
no he dejado de –suena su móvil-.
Blas:
¿Dime?... ¿A casa de David?... Capullo me dijiste que no fuese al final, que te
ibas con Dani… Vale a las 9 am estoy allí… Vale ahora le abro whatsapp y se lo
digo… okey, adiós.
Blas: es
Álvaro, dice que vayamos esta noche a casa de David a cenar, que te lo diga por
whatsapp… jajajaaj
Ana: pues
dímelo ¿No? Vaya amigo…
Blas: -me
mira- jajajajajajaaj
Ana: mal
amigo, se lo voy a decir a Álvaro, ja.
Blas: oh!
Ana: y te
dejará de hablar.
Blas:
noooo.
Ana: sí!
Blas: bueno
si me hablas tú, ya me vale –me sonríe-.
Ana: -me
pongo un poco rojita- pues no te hablo tampoco.
Blas:
entonces si que no mola –me pone carita de pena-.
Ana: -me
río- ¡Sí mola!
Empieza a
nevar…
Ana: olo,
nievaaaaa.
Blas: no
¿En serio?
Ana: sí ¬¬
Blas:
pensaba que tiraban bolas blancas desde arriba.
Ana: que
tonto tío, que en Barcelona no nieva casi nunca.
Blas: que
es broma tonta, no te enfades –me da un abrazo-.
Ana: que
no me enfado, hombre. Pero… ¿Qué tal si vamos a casa de David? Tengo frío.
Blas: ten –se
saca su chaqueta y me la da-.
Ana: no,
no. Quédatela hombre, que hace frío.
Blas: no,
yo no tengo.
Ana: -miro
la chaqueta, tengo frío pero me sabe mal por él- pero me sabe mal por ti. Quédatela.
Blas: que
no Ana, de verdad. No tengo frío –me sonríe-.
Ana: -cojo
la chaqueta y me la pongo-.
Blas: te
queda bien –me dice de broma-.
Ana:
aunque no me quede bien, ya no tengo frío, ts.
Blas: -me sonríe-.
Nos ponemos
a caminar hacia casa de David, nevaba pero no mucho así que se podía pasear
bien. Íbamos caminando y riéndonos, Blas me pasó un brazo por la espalda hasta
que llegamos a casa de David….
Holiiiiiiis cosas guapas! Aquí el tercer capítulo! ¿Qué tal si me decís por Twitter o en los comentarios si os gusta? Podéis decirme que os gustaría que hubiese en la novela y tal, obviamente leo todos los comentarios y que mas saber si os gusta la novela o no! Así que ya sabéis, eh, a decírmelo por Twitter o Ask eh :P Un besazo a todas♥
me encanta tu novela y gracias por avisarme por twitter (@noelialovetu) eres un amor
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