domingo, 5 de enero de 2014

Capitulo 21

Montse: acaba de morir el abuelo.
Ana: ¿qué? –se me paraliza todo por completo, no sé donde estoy ahora mismo, mi abuelo. Pero si él estaba bien joder ¿Qué le ha pasado? Creo que las lágrimas empiezan a caer por mis mejillas- ¿Pero cómo? Si estaba bien.
Montse: le ha dado un infarto, cielo.
Ana: mañana estoy allí.
Montse: lo entierran pasado mañana.
Ana: mañana estoy allí, en cuanto me levante voy.
Montse: vale cielo. Un besazo.
Ana: un besazo tía. Te quiero.
Montse: y yo.

*fin conexión telefónica*

¿Por qué? Él estaba bien. Tengo que volver a Barcelona mañana y como coño lo voy a hacer. Voy al salón llorando.

Blas: -se levanta muy rápido y viene hacia mi y me abraza- hey mi amor… ¿Qué pasa?
Ana: -lo abrazo y apoyo mi frente en su hombro-.
Blas: Ana…
Ana: mi abuelo a muerto.
Blas: -cierra los ojos y me abraza más fuerte- shhh ya esta…
Ana: -yo no paro de llorar, ni lo suelto-.

Empiezo a notar que alguien me mueve para atrás y para adelante. Despierto.

Blas: Ana, Ana.
Ana: -medio dormida- ¿Qué pasa?
Miriam: eso digo yo ¿Qué sueñas?
Álvaro: no es lo mismo.
Miriam: -lo mira- yo me entiendo.
Ana: ¡Ala, ala! –me pongo de pie para que me de un poco de aire- he soñado que mi abuelo moría.
Marta: ¿Qué dices?
Ana: que sí, que mal. Me voy a ir a dormir, eh.
Dani: sí mejor, y descansa.
Ana: ¿Me estás llamando loca?
Dani: lo estas ¿Qué quieres?
Blas: va, yo también me voy a ir a dormir.
Carlos: sí yo también…

Total al final nos acabamos yendo todos a dormir, cuando estamos Blas y yo en la habitación ya tumbados en la cama…

Blas: -me mira- ¿Ya se te ha pasado el susto?
Ana: sí… -le digo mirando al techo-.
Blas: -sonríe-.
Ana: -lo miro y lo veo con el pelo para abajo, sin tupé. Mirándome mientras apoya la mano en su cara y con sólo el pantalón de pijama. Y no sé porque me arde todo-.
Blas: ¿Qué pasa?
Ana: nada.
Blas: -levanta una ceja y pone los morritos tan adorables que se han convertido en droga-.
Ana: -suspiro ¿Qué me pasa?-.
Blas: -se ha dado cuenta- ¿Qué quieres?
Ana: ¿Y tú?
Blas: a ti.

Me da un beso y yo le beso el cuello. Suspira, ja Blas, sé tu punto débil cielo. Nos besamos durante un rato y él se pone encima de mí, me besa y me besa y yo a él, no acariciamos, nos sentimos, cuando queremos darnos cuentas estamos como dios nos trajo al mundo pero sin parar de acariciarnos. Blas roza intencionadamente su mano con mi vagina y yo me encojo, él sonríe y la acaricia, maldito Blas, no pares. Sigue y yo suelto un pequeño gemido y el sonríe y mete un dedo dentro de mí. Oh, Blas. Mete otro y los mueve lentamente y yo disfruto con el compás que lleva, después de unos minutos retira los dedos y me besa, es mi turno. Me pongo encima suyo y él me mira levantando las cejas y yo sólo sonrío. Bajo dándole pequeños besitos desde la boca hasta su parte íntima. Le cojo a su amiguito con las dos manos y se lo acaricio, lo miro y veo la O perfecta en su rostro cosa que hace que me excite más, después le doy un lametón y me lo introduzco en la boca. Él no para de gemir. Después de unos minutos viéndole disfrutar me pongo a horcajadas encima suyo y él me sonríe. Se da la vuelta quedando él encima de mí y me penetra, ahogo mi gemido para que no lo escuche nadie, después va aumentando velocidad y veo como aprieta los dientes para no gemir. Oh dios, Blas. Me esta haciendo llegar a las sensaciones más bonitas. Exploto. Y él explota dejándose caer contra mí. Le amo.
Se separa de mí, y se tumba a mi lado, nos tapamos con la sabanas a pesar de estar ardiendo los dos.

Blas: -me mira y sonríe-.
Ana: -sonrío-.
Blas: -se ríe- buenas noches amor, te amo –me da un beso en la cabeza y hace que me acurruque contra su pecho-.
Ana: -yo sin poner ninguna pega hago esto. Escuchar la lluvia y que Blas me tenga así abrazada es lo mejor del mundo. Me duermo en nada-.

Al día siguiente me despierto y veo que Blas no esta pero se escucha la ducha de la habitación y sé que esta ahí. Me levanto y entro al baño, la mampara es transparente y le veo ahí, debajo del agua, todo mojado, bajándole el agua por todo el cuerpo, con los ojos cerrados y me controlo más que nunca.

Blas: -me mira y apaga el agua-.
Ana: sigue, eh. No pasa nada –me río-.
Blas: me intimidas.
Ana: -lo miro- que ofensivo.
Blas: -se ríe- es broma tonta, ven.
Ana: -voy y entro a la ducha con él- ¿Ahora nos vamos a duchar juntos?
Blas: sí, hace mucho tiempo que no me frotan bien la espalda ¿Sabes?
Ana: -me río- estas demasiado sexy así, no sé si voy a poder.
Blas: seguro que sí –me besa-.

Total que nos duchamos juntos, sin hace nada y después nos vestimos. Yo me dejo el pelo seco en un moño porque como lo tengo rizado y hoy hace demasiada calor no tengo ganas de secármelo y Blas se deja el pelo tal cual, sin tupé ni nada. Bajamos abajo y estaban Dani, David y Miriam en la cocina.

Dani: hombre parejita.
Ana: buenos días –me siento en la mesa-.
Blas: ¿Y la gente?
David: durmiendo.
Blas: ¿Aún?
Dani: sí… pero yo he dicho que les despertemos pero no quieren estos, porque como esta Marta y Álvaro pues el amor pesa –dice bromeando-.
Blas: ¿Y Carlos? ¿No hay amor para Carlos?
Ana: sí, el mío. Que nadie se le ocurra despertarlo –los miro desafiante, bromeando-.
David: no te preocupes.
Blas: -se ríe-.
Él nunca tiene celos de Carlos, sabes lo que es para mí y como me ayudó mientras todo pasó y como lo ayudó a él también, sabe que es un hermano para mí.
Dani: pero son la 13:30hrs… deberíamos aunque sea empezar a hacer nosotros la comida ¿No?
David: Dani ¿Deliras? Cuanta iniciativa.
Dani: yo no he dicho que la vaya a hacer –se ríe- no hombre, aquí a colaborar todos.
Ana: ¿Qué hacemos para comer?
Miriam: macarrones, que es fácil.

Nos ponemos todos a hacer algo en la cocina, me impresionada las ganas de David y Dani hoy, la verdad. Ellos se encargan de poner los macarrones a cocer.

David: en esta olla no caben, eh Dani.
Dani: que sí.
David: que se ponen gordos después y se van a salir.
Dani: ya sé que se ponen gordos media cabeza pero que de aquí no se salen, ya veras.
David: como se salgan vas tú al pueblo a comprar comida, te lo digo.
Dani: que los eches ahí, que no pasa nada.

Miriam, Blas y yo miramos el panorama riéndonos.

Ana: ¿Comemos dentro o fuera?
Blas: fuera ¿no?
Miriam: sí, mejor.
Ana: vale. ¿Cómo van los macarrones?
David: bien, no se salen jaja.
Ana: ¿Hago el sofrito ya?
Dani: sí.
Miriam: yo te ayudo Ana.
Blas: yo empiezo a poner la mesa y eso.
Dani: yo te ayudo.
David: yo voy a ver como están los de arriba.

Me pongo a hacer el sofrito con Miriam.

Miriam: Ana… ayer por la noche hablé con Álvaro.
Ana: ¿Qué te dijo?
Miriam: que tenía miedo por si llegábamos a algo serio y estaba la distancia ahí, y había visto pasarlo mal a Blas… y no quería pasar por lo mismo.
Ana: -la escucho atentamente-.
Miriam: pero que lo intentaría.
Ana: ¿Intentaría estar contigo?
Miriam: sí, en plan serio.
Ana: -la miro- ¡Eso es genial!
Miriam: sí… pero... te vi pasarlo mal a ti y no quiero pasarlo mal ¿Sabes?
Ana: ¿Te digo una cosa?
Miriam: -me mira diciéndome con la mirada que suelte lo que tengo que decir-.
Ana: vale la pena sufrir si luego todos los momentos al lado de esa persona superan el dolor que has pasado durante el tiempo que no la has visto.
Miriam: tú lo pasaste mal…
Ana: yo no estaba con Blas.
Miriam: cierto.
Ana: piénsalo Miriam… no vale la pena sufrir a lo tonto.
Miriam: me estoy pillando por él mucho…
Ana: lanzate. Si te lo digo es por algo, cielo. No le deseo a nadie el dolor que yo pasé estando lejos de Blas y saber que no lo tenia, y menos a ti. Vale más pasarlo mal unas semanas y luego saber que vas a estar con él que no sufrir cuando los dos os queréis. Y Álvaro es una persona que merece la pena.
Miriam: ¿Sí, verdad?
Ana: te lo aseguro –le sonrío-.

Después bajan Carlos, Marta, Álvaro y David.

Dani: cabrones, parecemos criados.
Carlos: tú eres el mío chaval.
Dani: más te gustaría.
Carlos: ¿Qué me has hecho de comer? –se ríe-.
Dani: cabrón.
Blas: esta la mesa puesta fuera.
Ana: vamos a poner los platos ya.
Marta: ya los pongo yo que no he hecho nada.
Carlos: sí, yo te ayudo. Ir a sentaros a la mesa ya.

Yo salgo y ya estaba Blas sentado pero en un sofá que había y quedaba mirando para la playa y le rodeo los brazos por el cuello y me agacho para darle un beso en la cara.

Ana: -le doy un beso- ¿Qué piensas?
Blas: … -deja de mirar a la playa y gira la cabeza a la izquierda para mirarme- en lo bonito que es estar por fin contigo.
Ana: -sonrío y le doy un beso- te amo.
Blas: y yo a ti –sonríe, lo tengo a centímetros de mí-.
Ana: maldito, eres demasiado perfecto ¿Sabes?
Blas: -sonríe- no… tú sabes que no.
Ana: sí, yo sé que sí.
Blas: te hice daño.
Ana: -lo miro con cara de “déjalo estar de una vez”-.
Blas: no me mires así cielo, es verdad.
Ana: pero tú también lo pasaste mal.
Blas: no me importa lo mal que lo pasé yo, me importas tú.
Ana: ya esta todo arreglado ¿Sí? No pienses más en eso.
Blas: -me da un beso- te amo más que a nada.
Ana: y yo a ti.

Dani nos grita desde la mesa.

Dani: ¡Parejita! ¡A comer!
Blas: parejita –se ríe- este Dani…
Ana: sí, esta mal de la olla.

Vamos a la mesa, nos ponemos a comer pero yo realmente no sé cómo puedo comer si está Carlos diciendo tonterías todo el tiempo y haciéndose fotos que son la risa. Todos y cada uno de ellos son lo mejor que me ha pasado  en la vida. ¿A quién debería darle las gracias? Empiezo a pensar que no fui tan mala y que me merezco ser feliz, como me dice Blas.

Carlos: están buenos los macarrones que he hecho ¿Eh?
Dani, David, Blas, Miriam y yo: -lo miramos-.
Carlos: eh, tranquilidad que se os esta poniendo una cara de loquis a los cinco… que es broma muchachos, es broma.
Miriam: bueno, Dani y David han discutido porque uno decía que se salían de la olla cuando se pusieran gordos y otros decía que no, así que…
Carlos: ¿En serio?
Ana: sí…
Álvaro: vaya dos…

Y nos quedamos ahí comiendo.
Se empeñan en echarse una siesta Dani, David, Marta, Blas, Álvaro y Miriam y como yo y Carlos no queremos nos quedamos en los sofás de afuera.

Carlos: ¿Cómo va con Blas, loquis?
Ana: super bien…
Carlos: -sonríe- ¡Me alegro tanto!
Ana: -no sé si captarlo como ironía o simplemente se alegra de verdad- ¿Es ironía?
Carlos: no, por dios. Si estaba deseando que esto pasara y estuvieseis bien.
Ana: ayyyy que loquis, ya lo sé.
Carlos: -sonríe- ayer os escuché, que lo sepas.

Ana: -me pongo color tomate a punto de explotar. Maldito Carlos- ….



Holi amores♥ espero que os haya gustado el capitulo, sé que hay algunas que no os gustan las partes subiditas de tono, pero sorry la novela es así.. Cometarme que tal por Twitter o Ask, como siempre :) muchhhhhhh love♥

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