jueves, 7 de noviembre de 2013

Capitulo 9.

Después de un rato estamos todos bailando de buen rollo en la pista y se acercan unas chavalas, y se Blas mira a una en plan “¿Qué coño estáis haciendo?” y la chavala se le acerca y le rodea el cuello con la manos.


Ana: -la miro con cara de asesina, vaya que como no le quite las manos YA, nos van a tener que sacar de la discoteca del pollo que monto. Sí, soy así de celosa-.
Blas: pero ¿Qué haces? –la aparta de él riéndose- que pena.
Dani: Blas ligando. No puede estar pasando.
Álvaro y Carlos me miran y me ven con la cara de asesinato.
Carlos: que loquis ¿eh, Ana?
Ana: sí.
La chica se va y Blas me mira.
Blas: -me sonríe y me dice moviendo los labios- sólo tú –y se encoge de hombres como el sabe-.

Ahora mismo me tiraba encima suyo a darle un abrazo. Pero están los chicos y mi prima y no tengo gana e escuchar y explicar. A parte Blas y yo no somos nada así que me limito a sonreírle.
Estábamos bailando y pasándolo bien y de repente, así ponen la canción de “No necesito más” de Cali & el Dandee. Yo me quede muy “¿En serio? Es una discoteca”.

Álvaro: -se acerca a mi- tu cara de desconcierto el más.
Ana: es wtf?
Álvaro: alguien la habrá pedido.
Ana: vaya ganas de joderse la noche ¿no?
Álvaro: sí… jajaja ¿Cómo te va con Blas?
Ana: -lo miro y es inevitable que se me escape una sonrisa-.
Álvaro: ¿Eeeeeh? ¿Va bien? –sonríe-.
Ana: sí –sonrío-.
Álvaro: ¿Quieres que vayamos a sentarnos?
Ana: sí mejor, no escucho nada.

Os vais a sentar.

Álvaro: ¿Y la distancia?
Ana: -bajo la mirada-.
Álvaro: sigue ese problema ahí ¿no?
Ana: sí… ya ni la tenia en mente.
Álvaro: ay, lo siento si te he hecho que te acordaras…
Ana: no, si tranquilo. La realidad es esta que hay distancia.
Álvaro: saltala Ana, él lo esta haciendo.
Ana: pero yo no puedo.
Álvaro: ¿Por qué?
Llega Blas.
Blas: que ya no necesito más, si de tu mano puedo caminar –te mira- es pegadiza.
Ana: -sonrío como puedo, ya había vuelto a la realidad. Álvaro me había devuelto a la realidad con solo 3 palabras-.
Blas: ¿Todo bien? –se sienta a mi lado y me pone una mano en la rodilla-.
Ana: sí.
Blas: -levanta una ceja-.
Álvaro: -se da cuenta de que sobra un poco- bueno yo me voy al baño –se levanta y se va-.
Blas: ¿Qué pasa?
Ana: nada –sonrío-.
Blas: -me abraza-.
Ana: -no entiendo este abrazo repentino, pero lo abrazo-.
Blas: siento muchas cosas por ti, demasiado fuertes. Pienso que en 4 días te vas a ir y todo puede conmigo. Absolutamente todo, si vienen y mi soplan, me caigo. Te necesito y aun no lo entiendo porque en tan poco tiempo siento esto. Pero te vas a ir, te vas a ir –me abraza mas fuerte-.
Ana: -a mi me entran ganas de llorar, pero él me ha animado antes, toca animarlo como sea- pero Blas, ahora estoy aquí –le separo- ¿me ves? Estoy aquí –le acaricio la cara-.
Blas: -me coge la mano con la que le acaricio la cara-.
Ana: -le doy un beso- te quiero. Y sigo aquí, no lo olvides –sonrío-.
Blas: yo también te quiero mi Ana, mucho.
Ana: ¿Bailamos?
Blas: no bailo bien…
Ana: ni yo –sonrío levantándome y levantándolo a él-.

Nos ponemos a bailar, y así nos tiramos horas, pasándolo bien.
Al día siguiente, en casa de Blas esta Álvaro. Es por la tarde y están viendo la tele.

Álvaro: -como no le decía nada sobre ti, decide decírselo él- ¿Y con Ana?
Blas: -sonríe- bien... muy bien.
Álvaro: de algo me he enterado yo ya, eh.
Blas: -ríe- no sé donde me estoy metiendo, sólo sé que le quiero.
Álvaro: ¿Cómo, cómo?
Blas: pues eso tío, se va en 3 días… y le quiero, le quiero mucho… y yo fui quien dio pie para estar con ella pero…
Álvaro: ¿Ahora no quieres?
Blas: sí, claro que quiero. Pero no sé, estoy alegre por una parte, porque el otro día por ejemplo, el día de noche vieja la bese sabes pero esque se va a ir y no estoy pensando en eso, estoy actuando como mi corazón dice.
Álvaro: ¿La besaste? –sonríe-.
Blas: sí –ríe-.
Álvaro: pues hacer lo que tu corazón dice es lo que tienes que hacer pero con cabeza, ya lo sabes.
 Blas: no lo estoy haciendo con cabeza.
Álvaro: ¿Qué quieres decir?
Blas: ahora lo veo todo bien, pero ella tiene razón, la distancia y toda la mierda nos va a venir en nada.
Álvaro: a ver tío, aclárate. O saltas la distancia o no la saltas. En medio no te quedes que te caes.
Blas: la voy a saltar, claro que la voy a saltar. Pero es difícil, joder.
Álvaro: si ya lo sé, pero intento que no sufras.
Blas: que buen amigo ¿no? –se ríe-.
Álvaro: demasiado tss-
Se quedan ahí hablando.

(…)


Estoy en la puerta del juzgado, los chicos están aquí también. Y yo estoy que me tiembla todo.

Blas: Ana, tranquila –me abraza-.
Ana: -lo abrazo- le voy a tener delante, otra vez –le digo susurrando-.
Blas: se va a pudrir en la cárcel ¿Vale?
Ana: -suspiro-.
Blas: -se separa y me besa-.
Dani: aquí hay tema, pero vamos.
Mierda. Mierda. Mierda. Estoy yo como para explicar esto ahora mismo.
Carlos: Ana creo que tu y yo tenemos una conversación pendiente ¿No?
Ana: ahora no. Después de que yo declare toda la conversación que tu quieras.
Marta: Ana, que fuerte.
Dani: Blas con novia y guapa ¿Quién entiende al mundo?
Álvaro: Dani que cabrón.
Blas: -se reía-.
Marta: estoy en shock, no sé si voy a poder declarar –dice bromeando-.
Ana: anda, Blas me a dado un beso, ¡Andaaaaa! Corramos en círculos que nunca hemos visto a nadie besarse.
Blas: jajajajajaja
Marta: que fuerte.
Carlos: yo estoy mudo.
Ana: a callarse que estoy muy nerviosa eh ya. Hostia –digo bromeando-.
Carlos: que nos comeeee. –se hecha los brazo por la cabeza-.
Ana: -me río- jajajaja que estas loquis.
Carlos: un poquito.

Llega el momento de entrar, de sentarse. Y yo estoy muy nerviosa, recuerdo todo lo que he pasado por culpa de este tío y que ahora pague, o posiblemente vaya a pagar por todo eso me alegra muchísimo la verdad. Miro a los chicos uno a uno, a mi prima, a los policías, trago saliva y miro a la puerta que se abre, y entra él.

Marta: hijo de puta, cabrón.
Juez: porfavor silencio o sale de la sala y se le quita el derecho de declarar.

Cristian pasa por mi lado, lo miro, no le voy a dar el gusto de que me vea mirando al suelo. Tengo miedo, él me mira y se para, se me queda mirando y yo no le aparto la mirada. “soy más fuerte que tu” susurro. Cristian se forcejea de los policías ero yo me mantengo de pie, mirándole. Y él sigue su paso y se sienta, esta cerca de mi. Yo miro a Blas él me sonríe. ¿Qué habrá pensando al verme junto a Cristian? Seguramente nada. Me siento en la silla.
Empiezan a tomar declaración a Cristian. Ahora habla mi prima y no para de insultarlo. La van a echar de la sala al final. Es mi turno de hablar, es el turno de que todos se enteren de lo que pase con Cristian. Ahora es mi turno.

Juez: Ana, proceda a explicar todo y absolutamente todo lo que usted vivió con Cristian.
Ana: -miro a Blas, él me sonríe, miro a mi prima y ella me mira con cara de “Ana va, suéltalo todo y que les den” lo que ella no sabes es que no sabe nada en realidad- bueno conocí a este chico a través de unos amigos en común que teníamos, con el tiempo empecé a salir con él. Era una humillación constante, me ponía pegas a todo, me gritaba delante de la gente. Llego el momento en el que me pegó, yo no sabía que hacer, estaba amenazada de muerte y tenia 16 años y el 20, señor juez, no era capaz de decírselo a nadie. Después de esos meses pegándome y teniéndome amenazada, yo un día decidí que ya bastaba, y se lo dije de la mejor forma que supe, él seguidamente me empezó a pegar una paliza –se me empiezan a saltar las lagrimas- matando al bebé que estaba esperando. Pero lo dejé y sus palabras fueron “ha muerto tu puto hijo, y tu vas a morir antes de que acabe este año vas a estar bajo tierra”. Después me mude de barrio y nunca más supe algo de él hasta el día que nos pidió la calle a mi y a mi prima.
Blas: -tiene los puños cerrados, incluso los ojos, le corre rabia por todo el cuerpo, quiere matar a ese cabrón, pero Álvaro lo controla-.
Juez: ¿Y no volvió a saber nada más de él? ¿Ni por terceras personas?
Ana: no, nada.
Juez: y el bebé que esperaban… ¿No se hizo ninguna ecografía?
Ana: no.
Juez: ¿De cuánto estaba?
Ana: de 7 meses.
Juez: ¿Entonces?
Ana: no me dejaba ir al médico. No me dejaba apenas salir de casa.
Juez: ¿Y no tenia gente con la que hablar?
Ana: a parte de que todas mis amistades se fueron a su lado, no sé porque, mis padres están muertos y mi familia no la tenía donde estaba viviendo. Y también me tenía amenaza por esa banda.

De repente Blas se levanta y sale de la sala. Yo miro hacia la puerta, ni si quiera me mira, y miro a Álvaro quien me dice únicamente moviendo los labios “tranquila”. Vuelvo a mirar al juez.

Juez: y señorita Ana, una última pregunta.
Ana: -lo miro atenta.,
Juez: ¿Llego a pegarte como para estar ingresada en el hospital por alguna lesión grave?
Ana: -cierro los ojos y los abro- sí.
Marta: ¡HIJO DE PUTA!
Juez: señorita Marta ¡Por favor!
Marta: ¿¡PERO USTED VE NORMAL QUE ESTE CABRÓN ESTE VIVITO Y COLEANDO!?
Ana: Marta porfavor.
Juez: Marta, la voy a tener que echar de la sala. Por favor.
Marta: -intenta recuperar la compostura-.
Juez: me retiro a deliberar. En unos minutos les digo.

El juez se va. Yo pregunto si puedo ir al lavabo y me dicen que sí, así que voy al baño y me tiro agua por el cuello y me miro al espejo. No me creo que haya podido decir todo esto delante de los chicos. Pero Blas… ¿Dónde estás Blas? Salgo a buscarlo porque tengo 10 minutos antes de que tenga que volver a la sala.
Salgo del baño e incluso del juzgado y le doy la vuelta a los juzgados. Cojo el móvil y le envío un whatsapp.

Ana: ¿Dónde estas Blas? Te necesito en la sala porfavor, te necesito allí conmigo. Ven porfavor.

En línea” pero no contesta. Y mis 10 minutos se están acabando. Sigue en línea pero no contesta. Él sabe que necesito un abrazo suyo ahora mismo, lo sabe. Sabe que necesito fuerza pero no contesta.
Entro en la sala de nuevo, y voy a mi sitio. Viene Carlos.

Carlos: -hablando bajito- Ana ¿todo bien?
Ana: -hablando bajito también- creo que sí.
Carlos: lo estas haciendo muy bien.
Ana: ¿Y Blas?
Carlos: no lo sé.
Viene mi abogado y Carlos se tiene que ir, me quedo hablando 2 minutos con mi abogado cuando entra el juez y todos nos ponemos en pie. Estoy mareada, no sé porque, necesito ver a Blas, necesito que por la boca del juez salga “estas condenado a x años de cárcel” todo me da vueltas.

Juez: a sido un caso difícil
Ana: -miro si esta Blas, no está-.
Juez: pero he llegado a la conclusión y Cristian estas
Ana: -vuelvo a mirar a la puerta no se abre, miro al sitio de Blas y ahí está, me sonríe, suspiro-.
Juez: condenado a 30 años de cárcel. –y empieza a decir todos los delitos que a cometido-.
Ana: -me siento suspirando en la silla, menos mal joder-.

Cuando se llevan a Cristian pasa por en frente mío, y me vuelve a mirar y lo vuelvo a mirar.

Cristian: -susurrando- te voy a matar, tarde o temprano, Ana.
Ana: -con mas miedo que nunca- púdrete en la cárcel.

Y se llevan a Cristian, y no lo voy a ver más.

Me siento, me tiemblan mucho las piernas………….


Aquí tenéis!!!!!! Un capítulo lleno de revelaciones c: espero que os guste y me comentéis que tal por Twitter o dejando comentarios aquí abajo o a la derecha tenéis opción de chat, pero debéis saber que si me decís opiniones mis ganas de escribir son más porque sé de alguna forma que os gusta!! O si tenéis alguna queja, adelante eh!;D Beeeeesotes enormes a todas las que me leéis♥

1 comentario:

  1. Sube el siguiente q no puedo más jajajjajajaj PERFECTO cómo siempre!!

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