jueves, 28 de noviembre de 2013

Capitulo 15.

 Álvaro: no dejes de hablarle, de verdad. Piensa lo difícil que tiene que ser para ella esto. Te quiere y te lo ha dicho, pero tiene que respetar a su novio. No lo esta haciendo nada mal, Blas. Esta haciendo lo correcto. ¿Qué prefieres que ni si quiera te hable o aunque sea ser amigos?
Blas: joder, tío. Es verdad. ¿Por qué he sido tan egoísta?
Álvaro: no lo sé, porque tú no eres así.
Blas: y con ella, que la quiero… soy así. Me estoy dando un asco…
Álvaro: anda, anda. Cállate y no digas es. Habla con ella y ya está, seguro que lo entiende. Pongo la mano en el fuego, vaya.
Blas: sí, eso haré…
Álvaro: cuando tú veas, pero no tardes.

Nos quedamos aquí hablando. La verdad es que Álvaro me da mucho apoyo, es un gran amigo.

Narra Ana.

Son las 21:00h y me llama Carlos.

*conexión telefónica*

Carlos: ¡Hola mi niña loquis de Barcelonaaaa!
Ana: ah ¿Qué tienes mas niñas loquis? Que bonito.
Carlos: no, tú eres mi única niña loquis del world.
Ana: ah bueno. Me quedo tranquila.
Carlos: ¿Qué te pasa?
Ana: ¿A mi? Nada.
Carlos: claro. Sí. Y yo soy una estrella mundial ¿sabes o no?
Ana: ¿Ah sí? Mi amigo es una estrella mundial y no lo sabía, que bien oye.
Carlos: Ana en serio.
Ana: nada
Carlos: Ana, te lo digo de verdad ¿eh? ¿Qué te pasa?
Ana: -suspiro-.
Carlos: ¿Quééééé?
Ana: Blas, Carlos, Blas.
Carlos: ¿Qué pasa con Blas? Esta hecho un loquis.
Ana: he quedado hoy con él.
Carlos: ¡Olo! ¿Y qué?
Ana: -le explico todo-.
Carlos: ¿Qué dices? ¿Qué has hecho cuando te a besado?
Ana: separarme.
Carlos: un gesto enorme por tu parte.
Ana: pero no quería Carlos. No quería separarme.
Carlos: lo sé cariño. Lo sé. Pero tiene que ser así.
Ana: lo sé.
Carlos: ¿Quieres quedar para hablar mejor?
Ana: mañana ¿vale?
Carlos: ¡Claro! Pero por la tarde ¿si?
Ana: vale. Me voy a dormir ya.
Carlos: vale, un besazo y no estés mal.
Ana: no –me río- un besito.

*fin de conexión telefónica*

Pasan dos días. Ayer quede con Carlos y me animó bastante. Ahora mismo son las cinco de la tarde estoy aquí, sentada en el sofá “mirando la tele” esta noche no he dormido nada. Ni ayer. No sé nada de Blas, y aunque Miriam, Marta y Carlos me animen un poco, sólo es un poco. Me llega un whatsapp de Blas. Genial.

*conversación de whatsapp*

Blas: Ana ¿sigues queriendo hablar conmigo? No quiero molestar *enviado a las 17:15*
Ana: claro, claro que quiero hablar contigo. ¿Qué pasa? *enviado a las 17:18*
Blas: tengo que hablar contigo *enviado a las 17:18*
Ana: claro… ¿Cuándo? *enviado a las 17:19*
Blas: ya. Lo necesito. *enviado a las 17:19*
Ana: ¿ya? Bueno, vale. ¿Dónde quedamos? *enviado a las 17:20*
Blas: te paso a buscar en 10 minutos ¿Okey? *enviado a las 17:22*
Ana: claro *enviado a las 17:25*
Blas: gracias. *enviado a las 17:25*

*fin de conexión de whatsapp*

No he pensado dos veces en decirle que sí. Si necesita hablar, aquí estaré. Da igual lo que haya pasado, yo estaré aquí para Blas.
Me arreglo, no mucho por eso. Y no tengo que decir donde voy básicamente porque estoy sola en casa. Imaginaros donde están Miriam y Marta…

Tocan al telefonillo y yo cojo mi bolso y bajo. No me creo que este siendo tan fuerte respecto a Blas.

Ana: -salgo del portal- hola –sonrío-.
Blas: -me abraza- gracias por no decirme que no.
Ana: -me quedo petrificada, ¿Qué es tan importante para él?- no las des.
Blas: ¿vamos a mi casa?
Ana: … claro.

¿En serio? Nos ponemos a caminar y vamos al piso de Blas. Esto es surrealista. No sé como estoy haciendo esto sin soltar una lagrima.
Cuando llegamos al bloque de Blas, subimos en el ascensor y supongo que a decidido no decir palabra hasta llegar a su casa. Salimos del ascensor y entramos a su piso. Nunca he estado aquí. Es bonito. Tiene mucha música.

Blas: siéntate –me señala el sofá- ¿quieres algo de beber?
Ana: agua, porfavor.
Blas: vale.

Va a la cocina y yo me siento en el sofá. Menos mal que tiene el aire puesto porque si no… llega y se sienta a mi lado dejando el vaso de agua en la pequeña mesa que tiene delante del sofá.

Ana: ¿Qué querías hablar?
Blas: … -suspira- fui muy egoísta el otro día. Lo sé.
Ana: bueno.
Blas: sólo quiero decirte que, aunque estés con…
Ana: Erik.
Blas: aunque estés con Erik, yo… no quiero dejar de hablarte. Quiero tener aunque sea tu amistad. El otro día me porte como un crio y no, no estuvo bien, y quería disculparme.
Ana: claro –le sonrío, para mi esto es muy difícil- tienes mi amistad desde siempre, Blas. Y tus disculpas guárdatelas, no hace falta que las des.
Blas: claro que hace falta, me porte como un niñato.
Ana: no te preocupes, de verdad.

Le llega un whatsapp y él lo mira, y veo que sigue teniendo ese fondo de pantalla que puso en Navidad. La foto que nos hicimos en el parque. Y entonces, entiendo, que me quiere, que de verdad sigue sintiendo por mí. Entonces entiendo que yo por Erik no siento nada comparado con lo que siento por él. Entiendo que en mi corazón no hay sitio para más daño, para más sufrimiento, sé que en mi corazón pone Blas. Y no sé porque, presión quizá, me pongo a llorar. No quiero. No quiero llorar delante de Blas, me las lagrimas empiezan a correr por las mejillas y no puedo evitarlo de ninguna forma.

Blas: -me mira y deja el móvil. Me abraza- ¿Qué pasa Ana? ¿Por qué lloras? –no llores mi niña, no soporto verte llorar –piensa-.
Ana: -le abrazo, le abrazo fuerte. Le siento, siento a mi Blas. A quien realmente quiero-.
Blas: ¿Qué pasa? –vuelve a decir susurrando-.
Ana: -tengo mi cabeza hundida en su hombro- que te quiero. Te quiero mucho, Blas. Te quiero demasiado como para verte y no decirte lo especial que eres para mi. A pesar de lo que hiciste, esto es lo que siento. Lo siento por Erik. Pero… -no puedo seguir hablando-.
Blas: hey, hey. Ana, mírame –me separa y me coge la cabeza mirándome y limpiándome las lagrimas con sus manos- escúchame. Deja de llorar, lo primero.
Ana: -sólo lo miro-.
Blas: no llores, no llores Ana. Para.
Ana: -no puedo dejar de llorar, pero que idiota soy por dios-.
Blas: tú y yo sabemos que estas con Erik. Lo sabemos muy bien. Pero… yo no puedo verte así. Me supera. Así que tienes que hacer lo que tu corazón diga, mi niña. No pienses ni en mi, ni en Erik. Sé egoísta y piensa en ti. Piensa en ti Ana.
Ana: amigos, Blas –no pienso en mí-.
Blas: pues amigos. Pero no llores.
Ana: -niego con la cabeza-.
Blas: venga va, que te pones fea cuando lloras ¿no ves?
Ana: sí –me río-.
Blas: va no llores. ¿Quieres ver una película?
Ana: como quieras –sonrío-.
Blas: -sonríe-.

Me quedo ahí con Blas.
Pasan 3 días más. Erik no me llama. No me dice nada. No responde mis whatsapps. No sé que coño pasa. He quedado con los chicos todos los días y con Blas… sé que le amo. Lo sé de sobras. Pero esto tiene que ser así. Miriam y Álvaro yo sé que tienen algo, pero no lo dicen, y Miriam desvía siempre el tema. Pero la conozco y sé que sí.
Hoy vamos a salir de fiesta y hemos quedado en la puerta de la discoteca. Así que nosotras nos arreglamos, cenamos un poco y nos vamos a la discoteca y allí están los chicos. Los saludamos y entramos.

Carlos: fiesta loquiiiiiiiiis. Ana ¿Bailamos?
Ana: claro –sonrío y me levanto y vamos a la pista-.
Se unen Dani y Blas. Miriam está con Álvaro de tonteo en los sofás. Marta con David por ahí perdidos.
Nos lo estamos pasando muy bien. Y a pesar de saber lo mismo de siempre, saber que Blas me ama, y yo a él y podríamos estar muy bien, no me importa con lo bien que me lo estoy pasando.
De repente giro la cabeza y veo a Erik besándose con otra chica. ¿Qué cojones? ¿No estaba en Alicante? ¿no estaba conmigo? Se me cae una lagrima, de rabia supongo.

Carlos: mi loquis, cielo ¿Qué pasa?
Ana: -miro a Erik señalando con la cabeza- es Erik.                              
Carlos: ¿Qué? –me dice mirándome con una cara que definirla “flipando” es poco-.
Ana: sí. –me dirijo a él-.
Blas: ¿Dónde va?
Carlos: -señala a Erik- ¿ves a ese dándose el lote con la rubia?
Blas: sí.
Carlos: es Erik.
Blas: -sale detrás de mi seguido por Carlos y Dani-.
Llego donde Erik.
Ana: -le toco el hombro-.
Erik: -para de liarse con la chica y me mira- A-A-Ana…
Ana: ¡Anda! Sí.
Erik: Ana yo…
Ana: ¿Qué?
Erik: …
Ana: ¿¡QUE HIJO DE PUTA!? ¿QUÉ?
Erik: ¿Hijo de puta? ¡QUE SEPAS QUE ESTOY CON ELLA DESDE HACE 3 MESES!
Ana: ¿Qué? –le pego un guantazo, en toda la cara y delante de toda la gente- HIJO DE PUTA. ME HAS ENGAÑADO. TÚ ERAS EL QUE NUNCA ME IBA A HACER DAÑO. Y ESTANDO CONMIGO HAS ESTADO CON ELLA ¿ALICANTE? UNA MIERDA. PUDRETE. PUDRETE CON ESTA TÍA.
Erik: ME PUDRIRÉ FELIZ PORQUE ESTA EL TRIPE DE BUENA QUE TÚ ¡GORDA!
Carlos, Blas y Dani se meten.
Dani: ¡EEEEEEEH! CUIDADITO CHAVAL.
Carlos: CALLATE LA BOCA EH GILIPOLLAS.
Blas: EH, TÚ PEDAZO DE ANORMAL. RESPETALA.
Ana: -lo miro y por no armar más alboroto me voy de ahí-.
Blas viene detrás de mí.

Yo salgo de la discoteca, no sé ni donde voy. Camino sin rumbo alguno. Lloro. No paro de llorar. “no te voy a hacer daño” Y UNA MIERDA. UNA MIERDA. TODOS SON IGUALES. TENGO ODIO. ODIO A MI MISMA POR ESTAR CON ÉL. POR CONFIAR EN ÉL. ME ODIO. AHORA MISMO QUE ME ATROPELLE UN COCHE. ME DA IGUAL. Suena mi móvil, es Blas. Ni se lo cojo. No quiero saber nada de nadie. Ni si quiera de Blas. Sigo caminado sin rumbo alguno y paro en un parque y me siento en el césped de este, llorando y creo que hasta le pego al suelo. ¿Cómo puedo ser tan gilipollas? Encima me a insultado.
Me tiro ahí sentada una hora. He apagado el móvil porque no dejaban de llamarme. Y a las 4 am veo que alguien camina por el parque, y viene hacia mí. Y es él. Blas. Llega a mi, se arrodilla delante de mí y me abraza, casi llorando.

Blas: -abrazándome- no hagas esto nunca más, Ana. Nunca. Porfavor. Pensaba que te había pasado algo.
Ana: -lo abrazo llorando- ¿Por qué me pasa esto a mi Blas? ¿Por qué? ¿Qué he hecho mal? ¿Soy mala?
Blas: hey, hey, hey –se separa y me coge la cabeza- no has hecho nada mal y ni mucho menos eres mala. No lo vuelvas a decir, nunca.
Ana: ¿entonces porque con cada tío que estoy me hace sufrir? –digo cosas inconscientemente sin penar el daño que le puedo hacer a Blas-.
Blas: -recuerda que él también me hizo daño- Ana. Ana. Escúchame. No sabemos valorarte. Somos idiotas, no sabemos verlo que tenemos hasta que lo perdemos. Y ese gilipollas de Erik, que se quede con la rubia. A la mierda, Ana.
Ana: no te incluyas, no te incluyas con esos dos gilipollas –Cristian y Erik-.
Blas: me incluyó porque yo también te hice daño.
Ana: pero lo hiciste por mí. Ellos no han hecho nada nunca por mí.
Blas: puto día en el que te dije que cortásemos aquella relación. Mierda. Joder.
Ana: Blas. Para. No te eches las culpas de nada.
Blas: la tengo. Tengo la culpa de todo esto. Si no te hubiese dejado tu ahora no estarías así, pasándolo mal. Estarías conmigo. Feliz.
Ana: -lloro, se me caen las lagrimas-.
Blas: no estés mal, Ana. Porfavor.

A la mierda todo. A la mierda. Quiero que deje de echarse las culpas, da igual si las tiene o no. Pero que pare. Le amo. Él es el único que a sabido valorarme y hacer las cosas por mí, aunque el también iba a sufrir. Lo hizo por mí. Y me a esperado todo este tiempo. Me a esperado sin pensar en como vendría.

Ana: Blas, te amo. Te amo, nunca he dejado de amarte. Has estado por encima de todos.
Blas: -me mira y suena su móvil- es tu prima ¿Quieres hablar con ella?
Ana: -niego con la cabeza-.
Blas: -hablando por el móvil- dime Marta… sí, sí estoy con ella… esta bien… sí… ¿todos?... vale, ahora iremos. No preocuparos más esta bien… un beso. –cuelga- Carlos esta que se sale.
Ana: ¿Por?
Blas: estaba muy preocupado.
Ana: no podía hablar con nadie.
Blas: lo entiendo, no te preocupes.
Yo me lo quedo mirando. ¿Se lo pondría demasiado fácil ahora si vuelvo a con él? él me mira fijamente.

*narra Blas*

Menos mal que esta bien. Dios había pensado lo peor, y… pff fuera estos pensamientos, esta bien, aquí delante de mí. No dice nada, me mira. Sólo quiero besarla y abrazarla y decirle que siempre la voy a cuidar, que siempre voy a estar con ella. Pero… no es el momento, ahora no. Sólo la miro. Pobrecita, joder. Y yo se lo hice pasar mal, que idiota fui, joder. Pero pensé en ella, y sólo en ella. Yo lo he pasado realmente mal estos meses sin saber nada, pero no es el momento de decirle nada.

*Narra Ana*

No hace nada. Me esta mirando y ya está. Quiero abrazarle así que… ¿Por qué no?

Ana: -le abrazo-.
Blas: -me corresponde el abrazo- ¿estas mejor?
Ana: ahora contigo, sí.
Blas: -me abraza más fuerte y puedo notar como sonríe-.
Ana: -me separo, quiero besarle pero… es mejor que no-.
Blas: ¿volvemos a casa?
Ana: -asiento-.
Blas: vamos, va.

Nos levantamos del suelo. Y nos ponemos a caminar. Quiero que Blas me abrace, pero camina como si nada. ¿Qué le pasa? Lo noto raro.

Ana: -me paro en seco- Blas.
Blas: -se para- ¿Qué?
Ana: ¿Qué te pasa?
Blas: nada ¿Qué tendría que pasar?
Ana: no lo sé, estás raro.
Blas: ¿Raro? –sabe por donde voy-.
Ana: sí.
Blas: no quiero que parezca que ahora que Erik te a hecho eso me tire a por ti. No quiero eso.
Ana: -lo miro-.
Blas: -me pasa un brazo por la espalda- vamos.
Ana: -le paso un brazo yo también y seguimos caminando-.

No voy a insistir, que tenga que pasar todo como tenga que pasar. Llegamos a casa y subimos, estaban todos.

Miriam: -me da un abrazo que casi escupo los pulmones por la boca- tía, que susto.
Ana: pero que me ahogas.
Miriam: -me suelta- que sepas, que casi mato al gilipollas ese.
Ana: ¿Qué dices?
Álvaro: lo que oyes. Le quería pegar.
Ana: ¡Hala!
Miriam: ni hala ni nada, el muy gilipollas. Encima te insulta. Esque de verdad que hostia, que hostia tiene.
Marta: ¿Qué dices? Ese no tiene ni media hostia, puto gilipollas. Todos te hacen daño, Ana. No mereces pasarlo mal y no saben valorarte.
Miriam: joder, esque que guantazo tienen.
Blas: -mira hacia el suelo, sabiendo que él también me hizo daño-.
Ana: -miro a Blas. Joder sé que lo hizo por mí y no quiero que este así mal-.
Carlos: yo le hubiese pegado, eh. Pero esque soy poca cosa Ana, y me avientan rápido.
Ana: -me río- no hace falta pegar a nadie. Olvidaros del tema.
Dani: una mina en la puerta de su casa, yo lo veo.
Ana: -me sigo riendo- jajajaja.
David: Ana, no estés triste ¿Eh? Mereces a alguien que de verdad te valoré, eres muy buena y no mereces esto, te lo digo de corazón.
Ana: ay, porfavor. –lo abrazo- gracias.
Blas: -se sale a la terraza-.
David: -me dice bajito al oído- Blas lo hizo por ti.
Ana: -me separo-.
Dani: bueno yo me voy a ir ¿llevo a alguien?
Carlos: yo tengo carné, ¡Ja!
Dani: me refiero a quien no tenga media cabeza.
Carlos: ¿Media cabeza?
Dani: sí.
Carlos: madre mía ajajaja
David: llévame a mi ¿no?
Álvaro: y a mi, anda.

Parece que todos se han olvidado de Blas.

Miriam: bueno yo me voy a dormir.
Marta: y yo –se despide de David dándole un beso y se va-.
Álvaro: -se acerca a Miriam y la abraza- buenas noches.
Miriam: buenas noches.
Álvaro: -le da un beso-.
Dani: ¡Hostia! Aquí hay más tema.
Álvaro: cállate, anda.
Miriam: -se pone roja- bueno, buenas noches chicos. Nos vemos mañana –se va de ahí todo avergonzada-.
Ana: pues nada, oye. Voy a avisar a Blas.
Álvaro: ¡Hostia, Blas!
Dani: seguro que se quiere ir andando.
Álvaro: no creo. Le voy a preguntar.

Álvaro va al balcón y yo me quedo aquí, con los chicos y me empiezan a hablar.
En la terraza…



Holiiiiiii! Espero que os guste el capitulo y me lo comentéis!!! :D un besazo a todas y gracias por la paciencia que tenéis esperando a que suba jajaja besazo enormeeeeeeee♥

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