Blas:
joder, tío. Es verdad. ¿Por qué he sido tan egoísta?
Álvaro:
no lo sé, porque tú no eres así.
Blas:
y con ella, que la quiero… soy así. Me estoy dando un asco…
Álvaro:
anda, anda. Cállate y no digas es. Habla con ella y ya está, seguro que lo
entiende. Pongo la mano en el fuego, vaya.
Blas:
sí, eso haré…
Álvaro:
cuando tú veas, pero no tardes.
Nos
quedamos aquí hablando. La verdad es que Álvaro me da mucho apoyo, es un gran
amigo.
Narra
Ana.
Son
las 21:00h y me llama Carlos.
*conexión
telefónica*
Carlos:
¡Hola mi niña loquis de Barcelonaaaa!
Ana:
ah ¿Qué tienes mas niñas loquis? Que bonito.
Carlos:
no, tú eres mi única niña loquis del world.
Ana:
ah bueno. Me quedo tranquila.
Carlos:
¿Qué te pasa?
Ana:
¿A mi? Nada.
Carlos:
claro. Sí. Y yo soy una estrella mundial ¿sabes o no?
Ana:
¿Ah sí? Mi amigo es una estrella mundial y no lo sabía, que bien oye.
Carlos:
Ana en serio.
Ana:
nada
Carlos:
Ana, te lo digo de verdad ¿eh? ¿Qué te pasa?
Ana:
-suspiro-.
Carlos:
¿Quééééé?
Ana:
Blas, Carlos, Blas.
Carlos:
¿Qué pasa con Blas? Esta hecho un loquis.
Ana:
he quedado hoy con él.
Carlos:
¡Olo! ¿Y qué?
Ana:
-le explico todo-.
Carlos:
¿Qué dices? ¿Qué has hecho cuando te a besado?
Ana:
separarme.
Carlos:
un gesto enorme por tu parte.
Ana:
pero no quería Carlos. No quería separarme.
Carlos:
lo sé cariño. Lo sé. Pero tiene que ser así.
Ana:
lo sé.
Carlos:
¿Quieres quedar para hablar mejor?
Ana:
mañana ¿vale?
Carlos:
¡Claro! Pero por la tarde ¿si?
Ana:
vale. Me voy a dormir ya.
Carlos:
vale, un besazo y no estés mal.
Ana:
no –me río- un besito.
*fin
de conexión telefónica*
Pasan
dos días. Ayer quede con Carlos y me animó bastante. Ahora mismo son las cinco
de la tarde estoy aquí, sentada en el sofá “mirando la tele” esta noche no he
dormido nada. Ni ayer. No sé nada de Blas, y aunque Miriam, Marta y Carlos me
animen un poco, sólo es un poco. Me llega un whatsapp de Blas. Genial.
*conversación
de whatsapp*
Blas:
Ana ¿sigues queriendo hablar conmigo? No quiero molestar *enviado a las 17:15*
Ana:
claro, claro que quiero hablar contigo. ¿Qué pasa? *enviado a las 17:18*
Blas:
tengo que hablar contigo *enviado a las 17:18*
Ana:
claro… ¿Cuándo? *enviado a las 17:19*
Blas:
ya. Lo necesito. *enviado a las 17:19*
Ana:
¿ya? Bueno, vale. ¿Dónde quedamos? *enviado a las 17:20*
Blas:
te paso a buscar en 10 minutos ¿Okey? *enviado a las 17:22*
Ana:
claro *enviado a las 17:25*
Blas:
gracias. *enviado a las 17:25*
*fin
de conexión de whatsapp*
No
he pensado dos veces en decirle que sí. Si necesita hablar, aquí estaré. Da
igual lo que haya pasado, yo estaré aquí para Blas.
Me
arreglo, no mucho por eso. Y no tengo que decir donde voy básicamente porque
estoy sola en casa. Imaginaros donde están Miriam y Marta…
Tocan
al telefonillo y yo cojo mi bolso y bajo. No me creo que este siendo tan fuerte
respecto a Blas.
Ana:
-salgo del portal- hola –sonrío-.
Blas:
-me abraza- gracias por no decirme que no.
Ana:
-me quedo petrificada, ¿Qué es tan importante para él?- no las des.
Blas:
¿vamos a mi casa?
Ana:
… claro.
¿En
serio? Nos ponemos a caminar y vamos al piso de Blas. Esto es surrealista. No
sé como estoy haciendo esto sin soltar una lagrima.
Cuando
llegamos al bloque de Blas, subimos en el ascensor y supongo que a decidido no
decir palabra hasta llegar a su casa. Salimos del ascensor y entramos a su
piso. Nunca he estado aquí. Es bonito. Tiene mucha música.
Blas:
siéntate –me señala el sofá- ¿quieres algo de beber?
Ana:
agua, porfavor.
Blas:
vale.
Va
a la cocina y yo me siento en el sofá. Menos mal que tiene el aire puesto
porque si no… llega y se sienta a mi lado dejando el vaso de agua en la pequeña
mesa que tiene delante del sofá.
Ana:
¿Qué querías hablar?
Blas:
… -suspira- fui muy egoísta el otro día. Lo sé.
Ana:
bueno.
Blas:
sólo quiero decirte que, aunque estés con…
Ana:
Erik.
Blas:
aunque estés con Erik, yo… no quiero dejar de hablarte. Quiero tener aunque sea
tu amistad. El otro día me porte como un crio y no, no estuvo bien, y quería
disculparme.
Ana:
claro –le sonrío, para mi esto es muy difícil- tienes mi amistad desde siempre,
Blas. Y tus disculpas guárdatelas, no hace falta que las des.
Blas:
claro que hace falta, me porte como un niñato.
Ana:
no te preocupes, de verdad.
Le
llega un whatsapp y él lo mira, y veo que sigue teniendo ese fondo de pantalla
que puso en Navidad. La foto que nos hicimos en el parque. Y entonces,
entiendo, que me quiere, que de verdad sigue sintiendo por mí. Entonces
entiendo que yo por Erik no siento nada comparado con lo que siento por él.
Entiendo que en mi corazón no hay sitio para más daño, para más sufrimiento, sé
que en mi corazón pone Blas. Y no sé porque, presión quizá, me pongo a llorar.
No quiero. No quiero llorar delante de Blas, me las lagrimas empiezan a correr
por las mejillas y no puedo evitarlo de ninguna forma.
Blas:
-me mira y deja el móvil. Me abraza- ¿Qué pasa Ana? ¿Por qué lloras? –no llores mi niña, no soporto verte llorar –piensa-.
Ana:
-le abrazo, le abrazo fuerte. Le siento, siento a mi Blas. A quien realmente
quiero-.
Blas:
¿Qué pasa? –vuelve a decir susurrando-.
Ana:
-tengo mi cabeza hundida en su hombro- que te quiero. Te quiero mucho, Blas. Te
quiero demasiado como para verte y no decirte lo especial que eres para mi. A
pesar de lo que hiciste, esto es lo que siento. Lo siento por Erik. Pero… -no
puedo seguir hablando-.
Blas:
hey, hey. Ana, mírame –me separa y me coge la cabeza mirándome y limpiándome
las lagrimas con sus manos- escúchame. Deja de llorar, lo primero.
Ana:
-sólo lo miro-.
Blas:
no llores, no llores Ana. Para.
Ana:
-no puedo dejar de llorar, pero que idiota soy por dios-.
Blas:
tú y yo sabemos que estas con Erik. Lo sabemos muy bien. Pero… yo no puedo
verte así. Me supera. Así que tienes que hacer lo que tu corazón diga, mi niña.
No pienses ni en mi, ni en Erik. Sé egoísta y piensa en ti. Piensa en ti Ana.
Ana:
amigos, Blas –no pienso en mí-.
Blas:
pues amigos. Pero no llores.
Ana:
-niego con la cabeza-.
Blas:
venga va, que te pones fea cuando lloras ¿no ves?
Ana:
sí –me río-.
Blas:
va no llores. ¿Quieres ver una película?
Ana:
como quieras –sonrío-.
Blas:
-sonríe-.
Me
quedo ahí con Blas.
Pasan
3 días más. Erik no me llama. No me dice nada. No responde mis whatsapps. No sé
que coño pasa. He quedado con los chicos todos los días y con Blas… sé que le
amo. Lo sé de sobras. Pero esto tiene que ser así. Miriam y Álvaro yo sé que
tienen algo, pero no lo dicen, y Miriam desvía siempre el tema. Pero la conozco
y sé que sí.
Hoy
vamos a salir de fiesta y hemos quedado en la puerta de la discoteca. Así que
nosotras nos arreglamos, cenamos un poco y nos vamos a la discoteca y allí
están los chicos. Los saludamos y entramos.
Carlos:
fiesta loquiiiiiiiiis. Ana ¿Bailamos?
Ana:
claro –sonrío y me levanto y vamos a la pista-.
Se
unen Dani y Blas. Miriam está con Álvaro de tonteo en los sofás. Marta con
David por ahí perdidos.
Nos
lo estamos pasando muy bien. Y a pesar de saber lo mismo de siempre, saber que
Blas me ama, y yo a él y podríamos estar muy bien, no me importa con lo bien
que me lo estoy pasando.
De
repente giro la cabeza y veo a Erik besándose con otra chica. ¿Qué cojones? ¿No
estaba en Alicante? ¿no estaba conmigo? Se me cae una lagrima, de rabia
supongo.
Carlos:
mi loquis, cielo ¿Qué pasa?
Ana: -miro a Erik señalando con la cabeza- es Erik.
Carlos:
¿Qué? –me dice mirándome con una cara que definirla “flipando” es poco-.
Ana:
sí. –me dirijo a él-.
Blas:
¿Dónde va?
Carlos:
-señala a Erik- ¿ves a ese dándose el lote con la rubia?
Blas:
sí.
Carlos:
es Erik.
Blas:
-sale detrás de mi seguido por Carlos y Dani-.
Llego
donde Erik.
Ana:
-le toco el hombro-.
Erik:
-para de liarse con la chica y me mira- A-A-Ana…
Ana:
¡Anda! Sí.
Erik:
Ana yo…
Ana:
¿Qué?
Erik:
…
Ana:
¿¡QUE HIJO DE PUTA!? ¿QUÉ?
Erik:
¿Hijo de puta? ¡QUE SEPAS QUE ESTOY CON ELLA DESDE HACE 3 MESES!
Ana:
¿Qué? –le pego un guantazo, en toda la cara y delante de toda la gente- HIJO DE
PUTA. ME HAS ENGAÑADO. TÚ ERAS EL QUE NUNCA ME IBA A HACER DAÑO. Y ESTANDO
CONMIGO HAS ESTADO CON ELLA ¿ALICANTE? UNA MIERDA. PUDRETE. PUDRETE CON ESTA
TÍA.
Erik:
ME PUDRIRÉ FELIZ PORQUE ESTA EL TRIPE DE BUENA QUE TÚ ¡GORDA!
Carlos,
Blas y Dani se meten.
Dani:
¡EEEEEEEH! CUIDADITO CHAVAL.
Carlos:
CALLATE LA BOCA EH GILIPOLLAS.
Blas:
EH, TÚ PEDAZO DE ANORMAL. RESPETALA.
Ana:
-lo miro y por no armar más alboroto me voy de ahí-.
Blas
viene detrás de mí.
Yo
salgo de la discoteca, no sé ni donde voy. Camino sin rumbo alguno. Lloro. No
paro de llorar. “no te voy a hacer daño” Y UNA MIERDA. UNA MIERDA. TODOS SON
IGUALES. TENGO ODIO. ODIO A MI MISMA POR ESTAR CON ÉL. POR CONFIAR EN ÉL. ME
ODIO. AHORA MISMO QUE ME ATROPELLE UN COCHE. ME DA IGUAL. Suena mi móvil, es
Blas. Ni se lo cojo. No quiero saber nada de nadie. Ni si quiera de Blas. Sigo
caminado sin rumbo alguno y paro en un parque y me siento en el césped de este,
llorando y creo que hasta le pego al suelo. ¿Cómo puedo ser tan gilipollas?
Encima me a insultado.
Me
tiro ahí sentada una hora. He apagado el móvil porque no dejaban de llamarme. Y
a las 4 am veo que alguien camina por el parque, y viene hacia mí. Y es él.
Blas. Llega a mi, se arrodilla delante de mí y me abraza, casi llorando.
Blas:
-abrazándome- no hagas esto nunca más, Ana. Nunca. Porfavor. Pensaba que te
había pasado algo.
Ana:
-lo abrazo llorando- ¿Por qué me pasa esto a mi Blas? ¿Por qué? ¿Qué he hecho
mal? ¿Soy mala?
Blas:
hey, hey, hey –se separa y me coge la cabeza- no has hecho nada mal y ni mucho
menos eres mala. No lo vuelvas a decir, nunca.
Ana:
¿entonces porque con cada tío que estoy me hace sufrir? –digo cosas
inconscientemente sin penar el daño que le puedo hacer a Blas-.
Blas:
-recuerda que él también me hizo daño- Ana. Ana. Escúchame. No sabemos
valorarte. Somos idiotas, no sabemos verlo que tenemos hasta que lo perdemos. Y
ese gilipollas de Erik, que se quede con la rubia. A la mierda, Ana.
Ana:
no te incluyas, no te incluyas con esos dos gilipollas –Cristian y Erik-.
Blas:
me incluyó porque yo también te hice daño.
Ana:
pero lo hiciste por mí. Ellos no han hecho nada nunca por mí.
Blas:
puto día en el que te dije que cortásemos aquella relación. Mierda. Joder.
Ana:
Blas. Para. No te eches las culpas de nada.
Blas:
la tengo. Tengo la culpa de todo esto. Si no te hubiese dejado tu ahora no
estarías así, pasándolo mal. Estarías conmigo. Feliz.
Ana:
-lloro, se me caen las lagrimas-.
Blas:
no estés mal, Ana. Porfavor.
A
la mierda todo. A la mierda. Quiero que deje de echarse las culpas, da igual si
las tiene o no. Pero que pare. Le amo. Él es el único que a sabido valorarme y
hacer las cosas por mí, aunque el también iba a sufrir. Lo hizo por mí. Y me a
esperado todo este tiempo. Me a esperado sin pensar en como vendría.
Ana:
Blas, te amo. Te amo, nunca he dejado de amarte. Has estado por encima de
todos.
Blas:
-me mira y suena su móvil- es tu prima ¿Quieres hablar con ella?
Ana:
-niego con la cabeza-.
Blas:
-hablando por el móvil- dime Marta… sí, sí estoy con ella… esta bien… sí…
¿todos?... vale, ahora iremos. No preocuparos más esta bien… un beso. –cuelga-
Carlos esta que se sale.
Ana:
¿Por?
Blas:
estaba muy preocupado.
Ana:
no podía hablar con nadie.
Blas:
lo entiendo, no te preocupes.
Yo
me lo quedo mirando. ¿Se lo pondría demasiado fácil ahora si vuelvo a con él?
él me mira fijamente.
*narra
Blas*
Menos
mal que esta bien. Dios había pensado lo peor, y… pff fuera estos pensamientos,
esta bien, aquí delante de mí. No dice nada, me mira. Sólo quiero besarla y
abrazarla y decirle que siempre la voy a cuidar, que siempre voy a estar con
ella. Pero… no es el momento, ahora no. Sólo la miro. Pobrecita, joder. Y yo se
lo hice pasar mal, que idiota fui, joder. Pero pensé en ella, y sólo en ella.
Yo lo he pasado realmente mal estos meses sin saber nada, pero no es el momento
de decirle nada.
*Narra
Ana*
No
hace nada. Me esta mirando y ya está. Quiero abrazarle así que… ¿Por qué no?
Ana:
-le abrazo-.
Blas:
-me corresponde el abrazo- ¿estas mejor?
Ana:
ahora contigo, sí.
Blas:
-me abraza más fuerte y puedo notar como sonríe-.
Ana:
-me separo, quiero besarle pero… es mejor que no-.
Blas:
¿volvemos a casa?
Ana:
-asiento-.
Blas:
vamos, va.
Nos
levantamos del suelo. Y nos ponemos a caminar. Quiero que Blas me abrace, pero
camina como si nada. ¿Qué le pasa? Lo noto raro.
Ana:
-me paro en seco- Blas.
Blas:
-se para- ¿Qué?
Ana:
¿Qué te pasa?
Blas:
nada ¿Qué tendría que pasar?
Ana:
no lo sé, estás raro.
Blas:
¿Raro? –sabe por donde voy-.
Ana:
sí.
Blas:
no quiero que parezca que ahora que Erik te a hecho eso me tire a por ti. No
quiero eso.
Ana:
-lo miro-.
Blas:
-me pasa un brazo por la espalda- vamos.
Ana:
-le paso un brazo yo también y seguimos caminando-.
No
voy a insistir, que tenga que pasar todo como tenga que pasar. Llegamos a casa
y subimos, estaban todos.
Miriam:
-me da un abrazo que casi escupo los pulmones por la boca- tía, que susto.
Ana:
pero que me ahogas.
Miriam:
-me suelta- que sepas, que casi mato al gilipollas ese.
Ana:
¿Qué dices?
Álvaro:
lo que oyes. Le quería pegar.
Ana:
¡Hala!
Miriam:
ni hala ni nada, el muy gilipollas. Encima te insulta. Esque de verdad que
hostia, que hostia tiene.
Marta:
¿Qué dices? Ese no tiene ni media hostia, puto gilipollas. Todos te hacen daño,
Ana. No mereces pasarlo mal y no saben valorarte.
Miriam:
joder, esque que guantazo tienen.
Blas:
-mira hacia el suelo, sabiendo que él también me hizo daño-.
Ana:
-miro a Blas. Joder sé que lo hizo por mí y no quiero que este así mal-.
Carlos:
yo le hubiese pegado, eh. Pero esque soy poca cosa Ana, y me avientan rápido.
Ana:
-me río- no hace falta pegar a nadie. Olvidaros del tema.
Dani:
una mina en la puerta de su casa, yo lo veo.
Ana:
-me sigo riendo- jajajaja.
David:
Ana, no estés triste ¿Eh? Mereces a alguien que de verdad te valoré, eres muy
buena y no mereces esto, te lo digo de corazón.
Ana:
ay, porfavor. –lo abrazo- gracias.
Blas:
-se sale a la terraza-.
David:
-me dice bajito al oído- Blas lo hizo por ti.
Ana:
-me separo-.
Dani:
bueno yo me voy a ir ¿llevo a alguien?
Carlos:
yo tengo carné, ¡Ja!
Dani:
me refiero a quien no tenga media cabeza.
Carlos:
¿Media cabeza?
Dani:
sí.
Carlos:
madre mía ajajaja
David:
llévame a mi ¿no?
Álvaro:
y a mi, anda.
Parece
que todos se han olvidado de Blas.
Miriam:
bueno yo me voy a dormir.
Marta:
y yo –se despide de David dándole un beso y se va-.
Álvaro:
-se acerca a Miriam y la abraza- buenas noches.
Miriam:
buenas noches.
Álvaro:
-le da un beso-.
Dani:
¡Hostia! Aquí hay más tema.
Álvaro:
cállate, anda.
Miriam:
-se pone roja- bueno, buenas noches chicos. Nos vemos mañana –se va de ahí todo
avergonzada-.
Ana:
pues nada, oye. Voy a avisar a Blas.
Álvaro:
¡Hostia, Blas!
Dani:
seguro que se quiere ir andando.
Álvaro:
no creo. Le voy a preguntar.
Álvaro
va al balcón y yo me quedo aquí, con los chicos y me empiezan a hablar.
En
la terraza…
Holiiiiiii! Espero que os guste el capitulo y me lo comentéis!!! :D un besazo a todas y gracias por la paciencia que tenéis esperando a que suba jajaja besazo enormeeeeeeee♥
No hay comentarios:
Publicar un comentario